INSTALACIÓN. Imagen de la obra de Wallinger premiada, 'State Britain'. / LA VOZ
Cultura

La recreación de una protesta contra la guerra de Irak gana el Premio Turner

El jurado del prestigioso galardón de arte contemporáneo premia la «valentía política» de la instalación 'State Britain', obra del británico Mark Wallinger En su discurso, el vencedor le dedicó el reconocimiento al pacifista Brian Haw

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La recreación de un campamento de protesta contra la guerra de Irak, del artista británico Mark Wallinger, se adjudicó ayer el Premio Turner de arte contemporáneo, uno de los más prestigiosos y polémicos del mundo. Wallinger, el gran favorito de las casas de apuestas británicas para llevarse el trofeo, se hizo con las 25.000 libras (35.000 euros, 50.000 dólares) con que está dotado el famoso galardón por su obra State Britain. Por primera vez en los veintitrés años de historia del premio, el ganador no se dio a conocer en el museo Tate Britain de Londres, sino en la Tate de Liverpool (norte de Inglaterra).

Esa ciudad -cuna, como es bien sabido, de los Beatles- acogió la gala de entrega del Turner, presentada por el actor de Hollywood y coleccionista de arte Dennis Hopper, en atención a que el próximo año tendrá el honor de ser la Capital Cultural de Europa.

El vencedor leyó una breve declaración de agradecimientos en la que rindió tributo al pacifista Brian Haw, inspirador de su obra, a quien calificó como «la última voz disidente del Reino Unido».

El jurado del premio, presidido por Christoph Grunenberg, director de la Tate de Liverpool, valoró «la inmediatez, la intensidad visceral y la importancia histórica» de la instalación.

Según el jurado, «la obra combina una valiente declaración política con la habilidad del arte de articular verdades humanas fundamentales. State Britain reconstruye al detalle las pancartas con eslóganes como No más guerras, banderolas y otros objetos recopilados por el pacifista Brian Haw, quien se manifestó durante seis años contra la guerra de Irak frente al Parlamento británico.

Trabajo en equipo

Nacido en 1959 en Chigwell, al noreste de Londres, el artista empleó a quince personas que trabajaron durante seis meses en la elaboración de la obra, que costó 90.000 libras (126.000 euros, 180.000 dólares) y se expone en la actualidad en la Tate Britain.

Con afán transgresor, Wallinger pintó una línea negra en la Tate Britain, radicada justo en el extremo de la zona de exclusión de un kilómetro de radio amparada por la citada ley, que, según él, marca el límite de ese área en el que se prohíben las protestas. La línea atraviesa la mitad de su instalación, con lo que Wallinger quiere dar a entender que esa media porción de la obra también viola la ley.

El creador ya quedó finalista del Turner en 1995 por una obra de acento duchampiano titulada A Real Work of Art (Una auténtica obra de arte), consistente en un caballo de carreras comprado por el propio artista para que participara en esas competiciones.

Mark Wallinger se impuso a otros tres contendientes: Nathan Coley (Glasgow, 1967), Zarina Bhimji (Uganda, 1963) y Mike Nelson (Loughborough, 1967), quienes se embolsaron 5.000 libras (7.000 euros) cada uno.

Polémico

Desde su creación en 1984, el Premio Turner, al que aspiran artistas británico menores de 50 años, ha suscitado siempre polémica.

En 1998, por ejemplo, la artista Tracey Emin sorprendió con una cama de sábanas sucias, salpicada de colillas de cigarros y de su propia ropa interior.

Asimismo, otro de los premiados, Damien Hirst, aficionado a creaciones con animales muertos, causó en 1995 una gran controversia al adjudicarse el galardón con una vaca descuartizada y conservada en formol.