Negociación difícil para los observadores
Josep Borrell, representante especial del presidente de turno de la OSCE, expresó ayer ante un grupo de periodistas españoles el deseo de que los observadores de la Oficina para la Defensa de la Democracia y los Derechos Humanos (ODIHR) puedan acudir a las elecciones presidenciales rusas del próximo 2 de marzo. Esta organización no ha estado presente en los comicios legislativos de ayer debido a un «desencuentro», según palabras de Borrell, con los responsables diplomáticos de Moscú.
Actualizado: GuardarSegún Borrell, que llegó el viernes a la capital para tratar de negociar con las autoridades unas condiciones que eviten nuevas fricciones con la ODIHR, los problemas habidos hasta ahora «no han sido sólo de forma», en referencia a que el único obstáculo no fue el retraso en la concesión de los correspondientes visados. El enviado de Miguel Ángel Moratinos admitió que «si la esencia del problema va más allá de los visados y se refiere a las condiciones de duración de la misión de observación y al número de personas a realizarla, habrá que acometer una negociación». En tal caso, añadió el representante español, «no va a ser fácil».
Para las legislativas de ayer llegaron observadores de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE, pero sólo para supervisar la jornada electoral. Borrell valoró el hecho, pero señaló que «no se pueden juzgar unas elecciones sólo por el día de la votación». La ODIHR debería haber acudido un mes antes, pero canceló su misión por las cortapisas impuestas por la parte rusa. El enviado español considera el incidente un «acontecimiento desgraciado».