El Portuense no logra despegarse de la zona caliente de la clasificación
Los rojiblancos cayeron 2-0 ante el Lucena en un duelo muy defensivo Un penalti en el minuto 68 desniveló el marcador a favor de los cordobeses
Actualizado: GuardarDerrota del Portuense que se marchó de vacío de Lucena al caer derrotado ante el conjunto cordobés por 2-0 con dos tantos que llegaron en la segunda mitad. El primero anotado de penalti por Cabello en el minuto 68 y el segundo lo marcaba Velasco sentenciando el choque a cinco minutos de la conclusión.
Empezó el Portuense jugando más en el terreno de juego de los lucentinos, pero muy pronto los locales igualaron fuerzas y a punto estuvieron de sorprender al meta rival Eneko en un saque de esquina al que le faltó poco para convertirse en un gol olímpico. Fue la única aproximación de los aracelitanos en el primer cuarto de hora.
Unos minutos que no dejaron nada a destacar, ya que el juego en ambas áreas apenas existió y el Portuense tampoco ayudó a crear algo más de fútbol ya que por instantes se asentó enEl Por su campo para buscar sus opciones a la contra. En el único acercamiento al área defendida por Eneko, Guille sufrió un fuerte golpe al chocar con el cancerbero procedente del Avilés y tuvo que ausentarse unos minutos del terreno de juego para recuperarse del golpe.
El tiempo transcurrió sin que el Lucena fuera capaz de mantener la posesión del balón y dar más de cinco pases seguidos sin que ningún rival interceptase el esférico. Algo que no tuvo mucha importancia porque tampoco el Portuense fue capaz de hacer algo más de méritos. A falta de juego colectivo, Guille y Velasco intentaron ejercer una tímida presión que les permitiera robar algún balón y crear algo de peligro. Pero ni por esas. Porque ni los intentos de estos dos jugadores ni los de Jesús Lanza -el mejor de los lucentinos- lograron algo productivo en una primera parte fea y sin fútbol.
El arranque tras el descanso dio comienzo con los mismos protagonistas. Ni Montero Nene ni Carlos Orúe vieron necesarios unos cambios que por el contrario la grada lucentina si reclamó, sobre todo, la entrada al campo de Cabello en sustitución de Cristorí que hasta el momento no había visto balón. No tardó esto en cambiar y el entrenador lucentino rectificó con el cambio más lógico. Retiró al que hasta el momento era el hombre de referencia en ataque y dio entrada a Cabello.
Las cosas no variaron en exceso y fue Orúe quien volvió a mover sus piezas. Esta vez dejó claras sus intenciones al cambiar a un hombre del centro del campo como Masegosa para darle entrada a Sanlúcar, un jugador mucho más ofensivo. El Portuense no se conformaba con el empate y viendo como estaba el partido en el que una jugada aislada podía sentenciar agotó sus últimos cartuchos. Y como viene ocurriendo en los partidos del Lucena, cuando no pasaba nada pasó todo. En el minuto 22 el colegiado señaló un penalti por derribo de un jugador lucentino en el área defendida por Eneko. Todo sucedió a la salida de un córner cuando Cabello se tiró en plancha para rematar y el cancerbero rival hizo una espléndida parada. El árbitro interpretó que antes del remate el delantero aracelitano había sido objeto de falta. Cabello se situó en la línea de los once metros para lanzar él mismos una pena máxima que transformó sin titubeos.
El gol transformó el choque. Por fin ambas escuadras pusieron algo de tesón y garra para poner fin al aburrimiento general al que habían sometido a los espectadores. Tras el tanto del Lucena, el Portuense lanzó un disparo que acabó en córner en la segunda intervención de la tarde de Toni García. Fue un espejismo porque no fue el Racing el que resucitó sino el equipo local el que adelantó sus líneas y encerró a los gaditanos en su campo abortando cualquier acción que pudiera poner en peligro el resultado para los de Nene. Fruto de esa presión, el Lucena sentenció a cinco minutos para el final.