CRÍTICA DE TV

Libertinaje

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

ace casi dos décadas que este columnista denunció en varias críticas televisivas el desamparo que sufrían los niños ante la ´caja tonta´. El fenómeno era incipiente. La chabacanería, el mal gusto, la violencia y los contenidos obscenos empezaban a anunciar un futuro desalentador. Periodistas y políticos temían pecar de retrógrados si condenaban los abusos que se permitían las cadenas. Como siempre, se echó mano tarde para buscar una solución. Pasaron unos años y el cachorro ha crecido tanto sin haberlo domesticado a tiempo que ahora es una fiera que da zarpazos sin ton ni son. Pasados algunos años sin que el código ético haya funcionado, vuelve a estar de actualidad la indefensión de los pequeños ante los miles de mensajes e imágenes dañinos que expulsa el electrodoméstico iluminado. Un periódico nacional publicó hace unos días un reportaje con frases concretas sobre programas que destilaban violencia y mal gusto por los cuatro costados. Por su parte, Canal Sur abordó el asunto en su espacio ´Mejor lo hablamos´. Invitados de categoría como José Antonio Marina, Paco Lobatón u Olga Bertoméu debatieron un largo rato. Unos y otros condenaron la perniciosa utilización de un medio tan potente y poderoso como la televisión, y hasta pidieron la intervención de la Fiscalía. Los televidentes oyeron sus opiniones, pero a las palabras se las lleva el viento, aunque queden grabadas en esos amplios archivos que poseen las cadenas. En el mismo canal en el que se dedica todo un programa al penoso espectáculo que ofrecen las televisiones a horas de protección infantil se incumple la ley. Que conste que la cadena autonómica es de las más cuidadosas en ese aspecto. Pero también comete sus pecados. En concreto, la citada Olga Bertoméu tenía hasta hace poco tiempo un consultorio sexológico a primera hora de la tarde. En el microespacio nadie, y menos la conductora del mismo, cuidaba las expresiones por si algún niño que se colara en el salón para pedir la merienda las oía accidentalmente. Cuando se trata de elegir la secuencia de una película o el fragmento de una canción para ilustrar una noticia, siempre se escoge la parte más escabrosa. Las cadenas no escatiman recursos con tal de ganar un cliente.