TRES MIL AÑOS Y UN DÍA

Entre el plan y el cuento de la lechera

A lo largo de los últimos años, desde el Gobierno central como desde el Gobierno autonómico, se han llevado a cabo diversos planes de empleo que han tenido por objeto a la provincia de Cádiz pero que, a veces, se han centrado exclusivamente sobre el entorno de la capital. A primera vista, no han gozado de mucha suerte, si se tiene en cuenta que el paro estructural sigue siendo colocando a esta circunscripción a la cola de diferentes indicadores de progreso.

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Pero nunca se ha puesto en marcha una iniciativa del calibre aparente de Bahía competitiva, la actuación que ha surgido como fruto de las consejerías de Trabajo y de Innovación, Ciencia y Empresa, con un paquete de inversiones que fue dado a conocer esta semana durante una insólita reunión del consejo de Gobierno de la Junta en la trimilenaria. Ahora, los federales de Madrid vuelven a cabalgar con los junteros andaluces pero sin olvidar a los marshalls municipales, que tienen sobrado arte y parte en todo este negociado.

El plan parte de la evidencia que el área que abarca los municipios de Cádiz, Chiclana de la Frontera, El Puerto de Santa María, Puerto Real, San Fernando, y Jerez de la Frontera, con efectos que irradia a Costa Noroeste y La Janda concentra el 53% de las empresas de la provincia y el 58% del empleo: «La importante especialización productiva de la Bahía, la convierten en un territorio especialmente sensible, sobre todo en los momentos de cambios, con las ventajas e inconvenientes que suelen llevar aparejados ( ). En este sentido resalta el impacto producido por el cierre de la multinacional Delphi, dedicada a la fabricación de componentes de automoción, y que junto a la empresa auxiliar suponía la ocupación de en torno a 1.800 trabajadores», puede leerse en el documento que justifica el proyecto. Su programa general de actuaciones -en una cronología que lleva de 2007 a 2013-- recoge 46 de ellas y, como elemento singular, se ha elaborado un Programa de Actuaciones Inmediatas (PAI) en el que se recogen 10 actuaciones cuya implementación es urgente porque dan respuesta a los aspectos críticos provocados por el cierre de Delphi.

Respecto a las novedades de su contenido, destaca la mejora de infraestructuras como el transporte intermodal, que es crucial para optimizar la sinergia de todo esta área geográfica, pero también la apertura del sistema productivo de la Bahía hacia nuevos sectores de futuro, incluyendo las energías renovables y el medio ambiente, las actividades logísticas, las industrias relacionadas con las Ciencias del Mar y, en especial, las tecnologías de la información y la comunicación, la industria metalmecánica avanzada, las relacionadas con la Biotecnología y otros sectores industriales innovadores. Y, en este contexto, Perogrullo apuesta por la incentivación de los proyectos de I+D+i y por la globalización de la empresa de la Bahía, al tiempo que se animará el emprendizaje, el autoempleo, la innovación y la actividad productiva.

A destacar: los proyectos que se instalarán aquí a partir de ahora pertenecerán preferentemente a aquellos sectores de actividad estratégicos y se pondrá en marcha una Acción de Marketing Territorial de la Bahía que deberá suponer la llegada de nuevos proyectos.

Entre la realidad y el deseo, una de las incógnitas que queda por dilucidar es la de si el trabajador medio de la Bahía está preparado para este reto futuro o podemos encontrarnos con un déficit de formación por el que los nuevos empleos no puedan ser asumidos por muchos de los actuales demandantes locales. Quizá por ello, el plan incluye un ambicioso programa de inserción profesional de los trabajadores afectados en los nuevos proyectos empresariales que se pongan en marcha. De cara al resto, se ha previsto organizar diferentes itinerarios formativos «que permitan a los trabajadores desempleados alcanzar los conocimientos y la certificación necesaria para completar un proceso de reinserción laboral a través del reciclaje profesional y el aprendizaje necesario, de cara a generar iniciativas emprendedoras, sustentadas en la creación y gestión empresarial, así como a las nuevas oportunidades de negocio». Es decir, todo un PPO de los antiguos que tampoco olvida una serie de acciones relacionadas con el autoempleo y un claro refuerzo de los recursos universitarios.

Pero la piedra angular de todo ello es la formación profesional y lo que se llama de una manera un tanto fría y tecnocrática la mejora de los recursos humanos: «Para llevar a cabo una intervención sobre la actividad económica y los recursos de la zona es esencial considerar también actuaciones sobre las personas, sus conocimientos y sus capacidades. La aportación de las personas a la transformación de la zona es un requisito imprescindible».

La locomotora del futuro parque tecnológico será el Área de Las Aletas en Puerto Real -donde, según los autores del proyecto, se pretende construir un espacio productivo y medioambiental de excelencia sobre 527 hectáreas-, pero sin olvidar el Trocadero o Tecnobahía en El Puerto, o el Parque de Innovación Empresarial Agroindustrial previsto para Jerez, junto a nuevos espacios productivos aún por concretar. El horizonte del plan incluye la identificación de nuevos sectores embrionarios pero con alta potencialidad futura o el hinterland del norte de Africa y en especial Marruecos, a través de la puesta en funcionamiento de un Centro de Servicios Avanzados en el Tecnoparque Bahía de Cádiz.

¿Se trata del cuento de la lechera? Los autores de este documento asumen que ha sido elaborado desde el ámbito público pero necesita como el comer de la iniciativa privada. Se trata, en cualquier caso, de un plan flexible. Una herramienta. Un proceso más que un fin en sí mismo, dicen sus promotores. A ver si es verdad,