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Un fotógrafo toma una fotografía de restos de sangre en el aparcamiento de la cafetería de la localidad de Capbretón (Francia). /EFE
parte de un comando operativo

Los etarras tenían material para fabricar bombas lapas con las que atentar en España

Los miembros de ETA llevaban en su vehículo temporizadores, detonadores y cloratita con las que fabricar los artefactos

EFE | BAYONA
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Los etarras que ayer dispararon contra dos guardias civiles en la localidad francesa de Capbreton formaban un comando operativo que iba a entrar en España para atentar y llevaban en su vehículo los dispositivos habituales para fabricar bombas-lapa, temporizadores, detonadores y cloratita.

Así lo han avanzado fuentes de la lucha antiterrorista, que si bien no han precisado la cantidad de explosivo que transportaban los terroristas, sí han considerado que era el suficiente para fabricar algún artefacto explosivo y que no se trataba sólo de la pequeña cantidad que los etarras suelen dejar en el interior de los coches que abandonan para hacerlos explotar y borrar sus huellas.

El automóvil, que continúa siendo analizado por las Fuerzas de Seguridad francesas y españolas, es un Volkswagen Golf de color gris con el que los terroristas huyeron de Capbreton tras el tiroteo y que abandonaron en la localidad de Hauto-Mauco.

Las fuentes consultadas consideran que el lugar en el que fueron vistos los terroristas, desde el que es fácil y rápido cruzar la frontera; su número -eran tres, dos hombre y una mujer- y el material que transportaban indica que formaban un comando operativo que se disponía a entrar en España para cometer atentados.

Los investigadores manejan la hipótesis de que los tres etarras formarían parte de uno de los comandos "clave" en estos momentos en la banda y que pudieron temer que los agentes les hubieran reconocido y con ello también que descubrieran el explosivo y el material que portaban en el vehículo.

El coche, con una matrícula falsa, había sido robado en julio pasado en un departamento del centro de Francia.

Los expertos de la policía científica buscan ahora huellas dactilares y otros elementos de ADN en la cafetería donde los dos agentes coincidieron de forma fortuita con los presuntos etarras.