«Vemos los precios de nuestros productos en el supermercado y no nos lo creemos»
Reelegido de nuevo secretario provincial de COAG, Salvador Pineda echa un vistazo al campo y asegura: «No estamos en un momento dulce, ni mucho menos»
Actualizado:Es un hombre que vive por y para el campo. El congreso de COAG celebrado hasta ayer en Jerez lo eligió de nuevo secretario provincial para los próximos cuatro años. Sólo obtuvo un voto en contra. Estas son sus credenciales.
- Después de tanto tiempo en el cargo ¿cómo se plantea estos cuatro años más de mandato?
- Con más fuerza que nunca, porque yo sé perfectamente que van a ser los últimos cuatro años míos como secretario provincial de COAG y, por supuesto, si he estado equis años y me parece que no lo he hecho mal no voy a meter la pata en los últimos cuatro años. Por lo tanto, voy a intentar por todos los medios estos cuatro años, tres o los que sean hacerlo bien, que está organización siga creciendo, que será señal de que siguen existiendo agricultores. Yo he dicho siempre que me metí en esto del sindicalismo agrario por dignificar esta maravillosa profesión y creo que he puesto mi granito de arena y voy a intentar que ese granito de arena sea más grande.
- ¿Cómo es posible que ustedes cobren cada vez menos por sus productos y nosotros los consumidores paguemos cada vez más?
- Eso es lo que no entendemos nosotros tampoco. No lo entendemos mucho, pero es una de las cosas que estamos intentando evitar, con herramientas como la ley de comercio, intentando por todos los medios desenmascarar a aquella gente que se aprovecha. Ya en esta última etapa hemos conseguido algo grande, siempre se nos acusaba con el dedo de que los agricultores éramos los responsables de eso y ahora todo el mundo sabe que es mentira, que no somos los responsables, que somos tan víctimas como los consumidores. Por eso están aquí nuestros amigos de las asociaciones de consumidores y están los vecinos, señal de que estamos llegando a pactos para desenmascarar a los auténticos chorizos que llevan el negocio y que hacen su agosto.
- Entonces, cuando la cebolla sube un 27% ustedes ese dinero no lo ven.
- No, que va. Y el trigo, que dicen que el pan ha subido tanto, a nosotros nos subió un poquito pero esa subida espectacular que hay, no. Tu ahora compras un kilo de trigo y está más caro, pero eso es quien lo ha comprado, el especulador que lo ha retenido y está haciendo su agosto con eso. Nosotros no, nosotros tuvimos poco beneficio y nosotros mismos nos ponemos las manos en la cabeza, vemos los precios de nuestros productos en el supermercado y no nos lo creemos. El otro día me decía un compañero de Almería que se fue a un supermercado con una cámara a hacer fotos porque no se lo podía creer, y lo echaron del supermercado porque lo conocieron y no querían que fotografiase el precio de nuestros productos.
- Tal y como está la situación, si su hijo le dice que quiere ser agricultor ¿usted se alegra o le anima a que se busque otra forma de ganarse la vida?
- Yo le estoy animando a que se busque otra profesión, pero si me dice que va a ser agricultor lo voy a apoyar al máximo.
- Porque con las reformas europeas y la bajada de las rentas, ni mucho menos es el mejor momento para el sector.
- No estamos en un momento dulce. Cada día estamos más intervenidos y esta es una profesión insegura totalmente. No se puede hacer un año sí y al otro también una reforma y cambiarnos las estructuras y la manera de defendernos en este negocio. Por lo tanto, no es un sector que esté pasando por horas buenas.
- Aquí en Jerez llevamos ya mucho tiempo, demasiado quizá, hablando del proyecto del Parque Tecnológico Agroindustrial y, sin embargo, vemos como la poca industria que nos va quedando, caso de la azucarera de Guadalcacín se desmantela. ¿No es contradictorio?
- Si, pero yo estoy convencido de que la azucarera no ha querido desmantelar su fábrica aquí, no me gustaría pensar otra cosa. Lo que ocurre es que las políticas europeas son como son. ¿O crees que las desmotadoras de algodón que están en cooperativas de agricultores quieren acabar con las desmotadoras? No, lo que pasa es que si nos marcan una política, si nos asfixian y no nos dejan vivir pues tendremos que recurrir a otra cosa. Con el Parque Tecnológico Agroindustrial, como bien dices llevamos ya mucho tiempo hablando de él, menos mal que se le ha cambiado el nombre y así no nos suena tan rancio, pienso que estamos a las puertas del gran cambio de este proyecto, de que se constituya y empiece a funcionar como un pulmón para que esta profesión pueda tener cerca el sitio donde comercializar nuestros productos y sacarle el valor añadido.
- ¿Cuáles son los cultivos por los que hay que apostar en la comarca de Jerez?
- Yo creo que tiene que ser una mezcla de muchos cultivos y muchas iniciativas. Creo que la hortícola no tiene que ser lo único, ni los cultivos ecológicos, ni los cultivos energéticos, sino una mezcla de todos ellos y de iniciativas imaginativas para que esto salga adelante. Ya las hay, en la provincia tenemos afiliados que están aquí hoy que siembran patatas y que han puesto su pequeña fábrica de patatas fritas en Arcos y en Jerez y las están vendiendo. No nos tenemos que poner a competir con Almería, con los invernaderos o con la fresa de Huelva. Tenemos que hacer otras cosas.
- En cuanto a la vid, ¿qué le parecen las apuestas por diversificar lo productos del Marco?
- Mire, en este país en cualquier sitio se produce un tinto. Una manzanilla o un fino sólo se pueden hacer en Sanlúcar y Jerez. Diversificar el bueno, pero es una gotita más en el vaso. Creo que aquí el gran reto es por lo auténtico nuestro.