VIGILADO. Messi, el jugador culé más activo, es defendido por Clemente Rodríguez. / EFE
PRIMERA DIVISIÓN

El Barcelona se topa con el Espanyol en un derbi épico

Andrés Iniesta y Coro marcaron en un partido repleto de intensidad

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El Barça y el Espanyol ofrecieron un vibrante derbi catalán que concluyó con igualada después de una intensa lucha. Los azulgrana dominaron durante 70 minutos a un conjunto blanquiazul que pudo empatar gracias a su derroche de energía en el primer tramo de la segunda mitad, en una noche que empezó con otra noticia de impacto. Rijkaard volvió a avisar a Ronaldinho. Su segunda suplencia consecutiva obedece a su cambio de estrategia para reactivar al brasileño. Al holandés la jugada le salió de fábula durante una primera mitad en la que su equipo desarboló por completo a su rival.

El Barça tiene a un fuera de clase. Cuando esa estrella brilla con luz propia nadie le puede frenar. Leo Messi desnudó al Espanyol. Empezó con un Clemente Rodríguez incapaz de frenar a su compatriota y siguió con un Torrejón lento de reflejos. Para colmo centró con su pierna derecha para que Iniesta culminara la obra maestra del argentino.

El Barça controlaba el tempo de juego ante un Espanyol aletargado. En esa tesitura los blanquiazules se acogieron a su innegable coraje para levantar el ánimo. Albert Riera y Raúl Tamudo merodeaban la meta de Valdés recordándoles a los azulgrana que su equipo no necesita demasiados toques para crear peligro.

El derbi catalán exhibía toda su magia excepto en la tribuna. A la pésima actitud de ambos presidentes, que ni fueron capaces de saludarse de forma caballerosa al inicio del partido, se le unió la lamentable actitud de los seguidores radicales azulgrana que deberían tener vetada su entrada a cualquier campo de fútbol.

Empuje local

Al Espanyol le pesaba su ansiedad. Demasiada electricidad buscando de forma directa la meta adversaria. Un abuso del juego directo que no inquietaba a Valdés. El Barça acogió ese empuje con un descarado abuso de conservadurismo. Rijkaard había retocado su dibujo. Con Bojan escorado y Gudjohnsen de nueve, el ataque azulgrana era nulo. Los locales dominaban pero seguían sin disparar a puerta. Valverde tomaba cartas en el asunto. Su apuesta por Coro resultaría decisiva. El recién entrado rematada a placer una asistencia de Riera.

El Espanyol recogía su justo premio a su derroche justo cuando Rijkaard ya había puesto en liza a Ronaldinho. El brasileño despertó la ofensiva culé con una falta bien resuelta por Kameni a la que añadió un cabezazo.

Otra vez cambiaban las tornas. El Barça cogía el timón ante un Espanyol escaso de fuelle. Messi reapareció para ser derribado por Torrejón dentro del área. El argentino tendría la victoria visitante en su bota izquierda pero acabó regalándole a Kameni su disparo en un derbi sin ningún atisbo de relajación.