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En estas navidades

Mi coleguita Fran adoptó a Larry. Mario y Rosa adoptaron a Torpedo. Luis hizo lo mismo con Nico.

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Los tres: Larry, Torpedo y Nico, son perros adorables, cariñosos, asustadizos a veces, debido a las situaciones de maltrato que vivieron con sus antiguos dueños, pero igualmente fieles y dulces con sus nuevos amos. Los tres fueron rescatados de la perrera. Los tres se salvaron de ser sacrificados.

En estas Navidades, cuando muchos piensen en regalar un perro, es muy probable que nadie se acuerde de todos aquellos que, después de sobrevivir al horror de la perrera de Puerto Real, aguardan ahora a alguien que se decida a adoptarlos, antes de que les llegue la muerte por eutanasia.

Por desgracia, parece que la gente se deja llevar, como con todo, por el prejuicio estúpido de las marcas. Nadie quiere un chucho, y menos de segunda mano. Prefieren gastarse un pastón en un perro con papeles que certifiquen que es un perro guay y que su dueño lo es más todavía. Como si a un perro se le quisiera más por ser de raza, como si hiciera más compañía por tener pedigrí.

En estas Navidades, acuérdense de estos animalitos. Acérquense a la perrera, conózcanlos, y sabrán de qué les hablo. Pocas cosas hay tan bonitas como la amistad entre un perro y su amo, imagínense cuánto mas bonita si además ese amo lo salvó en su día del sacrificio.

Adopten a un perrito, si tienen pensado hacer un regalo de este tipo. Ya verán que da igual si no es puro, si no tiene el pelo así o asá, o si no tiene las patas perfectamente proporcionadas. De todas formas, no tienen pensado presentarlo a ningún concurso, ¿verdad? ¿Molestan entonces estas cosas para sacarlo a pasear por la playa?

Adopten un perro. Y el dinero que pensaban gastarse en comprarse uno, lo invierten en algo más útil, en la cesta de la compra, por ejemplo, que están los precios por las nubes y no está la cosa como para gastar el dinero en pijadas.