Bono acepta encabezar la lista de Toledo y presidir el Congreso si gana el PSOE
El ex ministro de Defensa tendrá autonomía para dirigir la campaña en Castilla-La Mancha El jefe del Ejecutivo pone en sus manos la captación del voto conservador
Actualizado: GuardarComo en unas autonómicas. El PSOE ha dado vía libre a José Bono para que diseñe su propia campaña electoral no ya en Toledo, sino en toda Castilla-La Mancha. José Luis Rodríguez Zapatero se reunió ayer con el ex ministro de Defensa en la sede del partido, en la madrileña calle Ferraz, para escenificar un acuerdo alcanzado hace ya meses: Bono será cabeza de lista por la circunscripción toledana y el candidato a presidir el Congreso de los Diputados en la próxima legislatura. Es, según los socialistas, un importante activo para ampliar en las generales la mayoría alcanzada en 2004.
Zapatero, que tras el encuentro lo situó «entre los mejores» candidatos con que cuenta el partido, confía en que el tirón electoral del ex presidente castellano-manchego sirva para comer terreno al Partido Popular en una comunidad autónoma de tradición conservadora. El PSOE nunca ha conseguido ser fuerza mayoritaria en esta región en unas elecciones generales y, a pesar de todo, Bono fue jefe del Ejecutivo autonómico durante más de veinte años.
Mejor valorado
La prueba de que gusta a los votantes populares es que en el tiempo que ocupó la cartera de Defensa fue, según el CIS, el miembro mejor considerado del Gobierno gracias precisamente a que lograba aunar apoyos de seguidores socialistas y del partido opositor. Su discurso crítico con los nacionalismos, el 'Estatut' o el 'proceso de paz' casaba, de hecho, más con las sensibilidades afines al PP que con las del propio Zapatero. Y ayer dejó claro que no tiene intención de cambiar. No sólo garantizó que luchará contra el «dogmatismo» en su partido. También defendió que «hay que escuchar al que discrepa porque puede tener razón».
Con estos mimbres, Bono se lanza a una campaña muy personal. Tendrá autonomía para «trabajarse el territorio», según fuentes de la dirección socialista. Es una licencia que puede entrañar riesgos y no pocos sobresaltos a los estrategas del PSOE, pero es el precio a pagar. Fuentes cercanas al presidente del Gobierno aseguran que el 'efecto Bono' servirá para contrarrestar la ventaja en escaños que se teme sacará el PP en Madrid.
Si el veterano político limitara su participación en la campaña socialista a liderar la lista por Toledo, su potencial estaría desaprovechado. En esta provincia hay poco que rascar. Es una de las cuatro circunscripciones que por cambios poblacionales aumentará en 2008 su número de escaños. Ahora cuenta con cinco (tres del PP y dos del PSOE). El sexto sólo puede ir a parar a manos socialistas debido a los rigores de la Ley D'Hont. Así que no hay batalla. La verdadera disputa está, según fuentes del partido, en Albacete y Ciudad Real. La candidatura socialista en esta última, liderada en 2004 por el actual presidente del Congreso, Manuel Marín, estará ahora encabezada, según fuentes gubernamentales, por el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda.
Humilde
Pese a saberse necesario y recordar que ha sido Zapatero, su antiguo rival en el XXXV Congreso, quien ha ido a buscarle a su casa, Bono mostró ayer su cara más humilde. «Soy consciente de lo que represento -dijo en una rueda de prensa acompañado por el secretario de Organización del partido, José Blanco-: no soy más que un peón que quiere apoyar y aportar lo que está a su alcance para que mi partido tenga los mejores resultados». Sobre la posibilidad de convertirse en la tercera autoridad del Estado se pronunció con cautela. «Me gustaría que fuera la casa del respeto y no la del insulto», dijo tras elogiar el buen hacer de Marín.
Blanco, incapaz de sustraerse a las críticas de quienes ven en el anuncio de la candidatura a la Cámara Baja un acto de prepotencia, argumentó que se trata de un mero afán de «transparencia». «De la misma forma que los ciudadanos ya saben quién gobernará la economía del país si el PSOE gana las elecciones también se debe saber quién presidirá el Congreso». La lógica de esta premisa acaba aquí. Porque de momento no hay previsión de que Zapatero anuncie quienes serán sus ministros. Ni siquiera a quién quiere colocar al frente del Senado.
Su posible antecesor
El presidente del Congreso, Manuel Marín, se mostró satisfecho con la decisión de José Bono de volver a la política y encabezar la lista del PSOE por Toledo, pero declinó hacer comentarios sobre la posibilidad de que además vaya a ser su sucesor al frente del Parlamento. «Yo ya no soy de este mundo», comentó a los periodistas.
Marín ya anunció hace unas semanas que no piensa repetir como diputado y que, por tanto, no volverá a ser presidente del Congreso tras las elecciones generales de marzo de 2008. Unos días después, el miércoles de la pasada semana, Zapatero acudió al Congreso para almorzar en privado con el presidente de la Cámara. Esa retirada de la primera línea política ya la había esbozado Marín antes del verano, la primera vez que se dieron a conocer los planes del PSOE de promover la candidatura de Bono como presidente del Congreso. «No voy a competir», dijo.