España llega a Tokio con la esperanza de amarrar la sexta plaza mundialista

España todavía puede aspirar a un buen puesto final si consigue ganar los tres partidos que le quedan, ante Australia, Corea del Sur y Túnez, que figuran en los últimos lugares de la clasificación. El mal inicio, con derrotas ante Bulgaria y Brasil, ha pesado como una losa en el equipo español, que quizá por haber conseguido su primer éxito internacional, el campeonato de Europa, hace poco más de dos meses en Moscú, parecía que estaba obligado a hacer algo más. De hecho el seleccionador, Marcelo Méndez, y los jugadores, apuntaron que el objetivo era conseguir una de las tres primeras plazas que daban el pasaporte directo para los Juegos Olímpicos, cuando todos eran conscientes de que era una meta muy ambiciosa y complicada de lograr. La derrota ante Puerto Rico y la falta de constancia en el juego acabaron de completar la decepción inicial, si bien es verdad que al final se puede obtener una buena clasificación. España todavía aspira a quedar entre los seis primeros, lo que traería consigo otra oportunidad más para poder estar en Pekín, tras el preolímpico continental de la primera semana de enero que se disputará en Ankara. Australia, Corea del Sur y Túnez son equipos asequibles para España y los jugadores se han juramentado para no dejar pasar esta oportunidad.