A PASO DE GIGANTE

A paso de gigante

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Es fácil ver desde las ventanillas de los trenes de Cercanías a operarios de amarillo fluorescente sembrando de obras la vía férrea de la localidad. Sólo basta dar un paseo por las inmediaciones de la estación y saber que algo está cambiando y alguien está poniendo mucho empeño por la cantidad de mano de obra y maquinaria que se está utilizando. Las obras avanzan a pasos agigantados y eso lo pueden comprobar los que viven, estudian o hacen deporte al otro lado de la vía.

Las empresas adjudicatarias de la obra, cuyo presupuesto supera los cinco millones de euros, tienen un plazo de ejecución de 10 meses que expira en febrero. La vía auxiliar es una infraestructura transitoria y necesaria para que Renfe no suspenda la circulación de trenes entre Sevilla y Cádiz durante los meses que dure el soterramiento.

El tramo, del que hay ya una buena parte a punto de finalizar, tiene una longitud de 3,1 kilómetros que discurren por la izquierda del trazado actual en sentido desde Sevilla a Cádiz a escasos metros de la entrada del Instituto Virgen del Carmen. Dentro del proyecto se incluye el diseño de un apeadero provisional que sustituirá durante las obras a la actual estación de viajeros de Puerto Real, dado que ésta última será demolida en su totalidad, salvaguardando la marquesina de hierro para que sea integrada en el bulevar resultante del soterramiento, y muy posiblemente el mosaico de la Virgen de Lourdes para que luzca en la futura estación.

Nuevo recorrido

La nueva vía será instalada sobre el balastro que se ha colocado en el nuevo recorrido. Se trata de piedra machacada de tono gris que ya se extiende sobre la explanación de la vía férrea. Los operarios están asentando sobre ella las traviesas de hormigón que soportan los rieles. La empresa pretende proporcionar una base drenante con este material lo suficientemente estable como para mantener la alineación de la vía con un mínimo de sostenimiento para que no haya problemas de mantenimiento durante los dos años y medio que se mantendrá el servicio.

Junto al pavimento, es palpable la instalación de muros de hormigón para contener la firmeza de los sedimentos. La empresa ya no tiene ninguna traba para completar el recorrido ya que el Ayuntamiento llegó a un acuerdo con los propietarios de las fincas de La Marroquina que ya han abandonado sus viviendas.

La casa de la familia Gallardo Armario es la única vivienda que tiene que ser demolida para dar paso a la vía auxiliar. Tras el acuerdo con el Ayuntamiento en el que se le prometió una nueva vivienda y una indemnización por la expropiación, se han apresurado a recoger sus enseres y desmontar todo lo que tiene valor. De las dos viviendas y tres garajes tan sólo quedan los muros, que pronto serán reducidos a escombros por las máquinas.

Una vez que la casa esté derribada la empresa construirá un muro que sirva de protección para el resto de viviendas de la barriada de La Marroquina.

Aunque la empresa no cumpliera el plazo de ejecución previsto y no lograse terminar los trabajos a finales de febrero aún le quedarían tres meses antes de que comiencen las obras del soterramiento en primavera.

Ayuntamiento y Junta han comenzado a trabajar conjuntamente para analizar qué elementos van a ocupar los dos kilómetros de terreno liberados una vez que la vía del tren esté soterrada. La Consejería de Obras Públicas mantiene abierto un concurso público hasta mayo de 2008 para que las empresas presenten sus proyectos.