«No nos han hecho caso»
Los inquilinos del número 19 de la calle Lealas y sus vecinos denunciaron ayer públicamente que les habían certificado sus casas «como ruinas»
Actualizado:El día de ayer permanecerá grabado en el recuerdo de los vecinos de la calle Lealas que a punto estuvieron de vivir de cerca una tragedia. Después de la incertidumbre de los primeros momentos, de los nervios, de las sirenas de los bomberos y las ambulancias y de las llamadas de teléfono para tranquilizar a los familiares, a los inquilinos del número 19 de esta calle y a sus vecinos de toda la vida sólo les quedaba la rabia y un millón de preguntas por hacer.
Jesús Guitarte y su novia, hija de la mujer que quedó atrapada en la primera planta, llegaron nerviosos a su calle tras comprobar que la madre y la hermana estaban bien y atendidas en el Hospital de Jerez: «Presentíamos que podía pasar esto. Hemos ido al Ayuntamiento y nos dijeron que todo era legal. No nos quedamos tranquilos y también fuimos a la Junta de Andalucía. Lo más grave del asunto es que la familia oyó cómo un arquitecto decía que ahí no se podían usar máquinas, que eso había que caerlo a mano porque si metían maquinas podía derrumbarse», explicó Jesús, indignado. Finalmente, la empresa utilizó las máquinas y a la familia «les dijeron que no se podía hacer nada porque el presupuesto que tenía la Junta de Andalucía era para las máquinas y que hacerlo manualmente era un dinero que no podían pagar».
De eso hace ya algunos meses y los propios vecinos estaban algo más tranquilos porque todo marchaba aparentemente bien: «Cuando derrumbaron la vivienda de al lado pensaron que todo había salido bien y que no iba a ocurrir nada porque hasta los mismos obreros lo temían y lo hicieron con bastante cuidado». Pero no fue suficiente y «anoche (por el lunes) salió una grieta muy pequeña que no parecía que indicaba nada. La familia iba a hablar hoy con los responsables de la obra para que fueran a verla».
Antiguas
«Estas viviendas pueden ser del año 1890 o del 1900», certificó el joven. Se trata de una finca de renta antigua en la que los vecinos, por lo general, suelen ser personas mayores que pagan una pequeña cantidad de dinero por el alquiler. «Cuando vieron que caía como caliche, se refugiaron las dos en una habitación. Se cayó todo y se quedaron en el aire en esa habitación. Así han salvado la vida».
El propio José Antonio Atienza, con la ropa manchada aún de polvo, fue quien contó la terrible experiencia que acababa de sufrir en su propia casa. Lleva más de la mitad de su vida viviendo en el número 19 de la calle Lealas y por suerte salió con vida y caminando sin ayuda. «Ha sido por culpa de las obras que están haciendo al lado. Las máquinas han empezado a escarbar y mi casa se ha venido abajo», acertó a decir el afectado. José Antonio, de 63 años, agradeció la ausencia de su hija: «Si llega a estar en casa, la mata, se le hubiera caído el techo encima». En ese momento, el inquilino recordó que «tenemos los papeles de que Urbanismo ha venido a peritar la casa y que estaba en ruinas. Tengo solicitado un piso y no me lo han dado».
«No han hecho nada sabiendo que aquí viven personas y no animales. Quiero decirlo públicamente para que el Ayuntamiento se haga cargo de una vez de esto», exclamó una de las hijas del inquilino afectado, Ana Vanesa Atienza. «Nadie nos ha hecho caso», corroboró otra de las hermanas, Yolanda.
Al parecer, la casa que se ha derrumbado no es la única que está en malas condiciones en esta misma calle del centro de Jerez. La de Rosa López «está peor incluso porque ya tiene los muros rajados. Estas cosas -por el derrumbe- se ven venir desde hace mucho tiempo». Como sus vecinos del número 19, asegura que «han venido los peritos a ver mi casa pero ¿para qué?».
Con todo, desde el Ayuntamiento de Jerez quisieron aclarar que «en relación a este siniestro, ni la Gerencia Municipal de Urbanismo ni la Empresa Municipal de la Vivienda (Emuvijesa) tienen constancia escrita de ningún tipo de denuncia previa de vecinos o propietarios que advirtiera sobre el estado de este inmueble».