Exterminio de abejas
Al eco de ciertas noticias a nivel mundial, vertidas sobre el tema, tengo a bien exponer este análisis. Desde hace unos 50 millones de años las enigmáticas abejas han sido testigos de la evolución de los tiempos y posteriormente del hombre, quien descubrió la dulzura de la miel, la utilidad de sus productos, riqueza de sus propiedades, la cura de enfermedades, en suma, su apasionante mundo. La apicultura, el trabajo más dulce, nos lega vestigios de arcaicas épocas en pinturas rupestres, su historia comienza cuando un día, un nómada toma un panal silvestre lo lleva hasta su asentamiento y se sorprende con la producción de uno de los considerados manjares «divinos».
Actualizado: GuardarEgipcios, tartessos, griegos, romanos, árabes y culturas precolombinas, supieron disfrutar y explotar las ricas y diferentes opciones que un simple insecto les podía ofertar la miel, su cera, el polen o su propio veneno, fueron aplicados en medicina y artículos de belleza.
En 1590, el Papa Urbano VII tomó a las abejas como símbolo para su escudo pontificio, Napoleón, al proclamarse emperador, hizo bordar su manto imperial de pequeñas abejas colocándolas como emblema, también en empresas, como el símbolo hexagonal del grupo Rumasa. Estudios científicos certifican todas sus benéficas propiedades alimenticias, surgiendo empresas apícolas como miel de Rancho El Cortesano, avalada por numerosos premios y la creación de un interesante Museo de la Miel y las Abejas cerca de Jerez, cuya visita recomienda la Junta de Andalucía. El físico alemán Einstein, refiriéndose a las abejas, decía que si desaparecieran el planeta quedaría desierto, ellas dejarían de polinizar la flora y por tanto la fauna moriría de hambre.
Es conocida la alarmante mortandad de estos insectos, por ello, sería de vital prioridad investigar en profundidad el motivo de otras posibles pandemias de ellos que se nos avecinen, debiendo los responsables remediar a corto plazo el despoblamiento de las abejas. Se cree que esa pérdida en masa es causada por los nuevos pesticidas (mata-hierbas), emisiones de ondas por antenas para móviles o plagas de abejas asiáticas que provocan el llamado «síndrome del desabejamiento de las colmenas».
Ahora bien, no se pueden poner en duda los necesarios descubrimientos de fármacos contra el Sida y el cáncer, pero, ¿qué seria de todo ello si peligrase nuestra propia supervivencia?
Carlos Fernández Villegas, miembro de Campus Crea.