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Laporta se cubre las espaldas con un vicepresidente deportivo
Bajo el argumento oficial de buscar estímulos con un impulso de su junta directiva y el deseo oculto de encontrar un escudo que frene las críticas, Joan Laporta recuperó ayer la figura de un vicepresidente deportivo del Barcelona, olvidada desde la dimisión de Sandro Rosell en junio de 2005.
Actualizado: GuardarEl ascenso al área deportiva de Marc Ingla, hasta la fecha responsable de la mercadotecnia del club, fue el cambio más esperado dentro de las amplias modificaciones llevadas a cabo por Laporta en su junta directiva.
Considerado por la crítica un parapeto de Laporta, Rijkaard y el secretario técnico, Txiki Begiristain, el nuevo vicepresidente tendrá la misión de «velar para que aplique la política deportiva de la junta directiva, diseñar las políticas deportivas del club, participar en los procesos de decisión deportivos y no interferir, que no intervenir, en la labor del secretario técnico y del entrenador».
Su aparición separa a Laporta un escalón del control de la plantilla. Desbordado por la ingobernabilidad del primer equipo, el presidente azulgrana ha puesto a Ingla como cabeza visible del área deportiva para cubrirse las espaldas si el equipo no consigue remontar el vuelo.
Ahora bien, de cara al exterior, la directiva sigue conservando la confianza en su secretario técnico. «Tenemos plena confianza en Txiki. Consideramos que está haciendo muy bien su labor y estoy convencido que existirá una muy buena sintonía entre él, Rijkaard e Ingla, pero queremos dotar de más músculo el área deportiva», discernió Laporta.