Corea organizará la Exposición Internacional de 2012
La candidatura coreana consiguió desbancar a la marroquí, que contaba con el apoyo de España
PARÍSActualizado:La ciudad coreana Yeosu se impuso en una ajustada votación a la marroquí Tánger en la elección de la sede de la Exposición Internacional de 2012, por lo que África continúa sin organizar este tipo de eventos.
La ciudad magrebí había apostado fuerte por su condición de primera candidata africana, musulmana y árabe en optar a una Expo de ésta clase, pero se quedó a las puertas, a 14 votos de obtener la victoria en la 142 Asamblea General de la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE).
La polaca Wroclaw, la tercera en discordia, cayó en la primera votación de los 140 delegados, tras recolectar únicamente trece sufragios, frente a los 68 de los coreanos y los 59 de los marroquíes. En la segunda votación, Yeosu se hizo con 77 votos frente a los 63 de Tánger.
Corea apuesta por el agua
El océano y la costa: Diversidad de recursos y actividades sostenibles será el tema de la Expo de Yeosu que seguirá ligada al tema del agua tras la que el año próximo organizará la ciudad española de Zaragoza. La búsqueda en los océanos de respuestas a los desafíos que afronta la humanidad, como el calentamiento climático, el desarrollo sostenible o el final del hambre en el mundo, serán los ejes de la Expo coreana, según sus organizadores.
El primer ministro coreano, Han Duck-soo, encabezó la delegación de Yeosu que defendió el proyecto y destacó la importancia de "construir un mundo en el que todos puedan vivir". También puso el acento en la herencia de las instalaciones de la Expo, que tras el desarrollo de la misma serán un centro de enseñanza para jóvenes centrado en el conocimiento de los océanos.
Su presentación, en la que Yeosu invitó al mundo a "convertir en realidad los sueños", acabó con la presencia de niños en el escenario, una iniciativa muy aplaudida por la asistencia.
Gran ovación para Tánger
Pero la que más ovaciones cosechó fue la presentación de Tánger, titulada Rutas del mundo, culturas que conectan. Por un mundo más unido, que puso el acento en la condición de africana y de árabe de la ciudad marroquí.
El príncipe Muley Rachid defendió la candidatura de una ciudad "cosmopolita y que mira al mundo", una localidad "eje de la Alianza de Civilizaciones" y cabeza del mundo árabe y africano. Aseguró que la elección de Tánger serviría para abrir las puertas a otros continentes en el futuro y citó América del sur, en un claro guiño a los delegados de esa parte del mundo, muchos de ellos recientes en la BIE.
También la ex atleta y actual ministra de Juventud y Deportes de Marruecos, Nawal El Moutawakel, pidió el voto para que su país "entre definitivamente en la vía del desarrollo". Más festiva que las de sus rivales, la presentación de Tánger puso el acento en su condición de africana y recordó que ninguna de las 63 anteriores exposiciones se celebró en este continente.
Apoyo español
La candidatura marroquí contaba con el apoyo expreso de España, cuyo delegado, el presidente de la Sociedad Estatal de Exposiciones Internacionales (SEEI), Javier Conde, aseguró que para España "Tánger no es una ciudad cualquiera".
Además, España contaba con que la proximidad geográfica de Tánger diera cierto protagonismo al país en el momento de la celebración de la Expo. "Sin olvidar que África necesita protagonistas en la escena mundial y Marruecos puede ser uno de ellos", afirmó.
La más agresiva fue la presentación de Wroclaw, que se sabía con menos opciones de éxito y que, por boca de su alcalde, acusó a sus dos rivales de haber faltado a las reglas éticas del BIE y de haber roto el "pacto entre caballeros" entre las postulantes, al fomentar la inclusión de países en la organización.
Más de 30 se añadieron a la nómina del BIE desde julio pasado, un número que los responsables de la ciudad polaca consideraron anormalmente alto, por lo que pidieron a estos nuevos miembros que no se pronunciaran por ninguna candidata.
El mensaje leído por el primer ministro polaco, Donald Tusk, ausente por su reciente nombramiento, y la presencia del director de cine Roman Polansky, residente en París, no fueron aliciente suficiente para la ciudad europea, que se presentaba bajo el título de La cultura del ocio en las Economías del mundo.