Alegría y lucha de Jo Fiori

na de las testigos fundamentales para el cierre de la perrera ha sido la ciudadana italiana que denunció la muerte de sus tres mascotas que dejó en el servicio de guardería que tenía en funcionamiento la perrera El Refugio. Las necropsias realizadas a sus tres perros están recogidas en el informe que el Seprona ha entregado a la juez que instruye el caso. Su pareja, Simone Righi, sigue en prisión acusado de agredir a dos ediles del Ayuntamiento de Cádiz. Fiori ha recordado cómo al llegar a recoger a sus mascotas sólo recibía la explicación de que habían muerto en una pelea y no se encontraban los cuerpos. Fiori narra cómo levantó la puerta de un congelador y encontró a uno de sus perros congelados . A partir de ese momento su vida y la de su pareja cambiaron. Aún maldice el día que dejó sus perros al otro lado de la verja verde que custodia el cetro. Al conocer el cierre cautelar, Fiori lloraba y gritaba de felicidad. «No me lo puedo creer», decía. «Mis perros se han sacrificado para que no muera agónicamente ni un animal más», incidía. Para Fiori, la decisión de la juez viene a demostrarle que «todo lo que estamos sufriendo en España no es en vano, han sido muchos amigos los que han apoyado esta causa, las asociaciones han conseguido que a los animales se les vaya a dar desde hoy un trato más digno y humanitario». Jo Fiori mantiene junto al cierre de la perrera una lucha para sacar a Simone de la prisión del Puerto II, el magistrado del Juzgado de Instrucción número 2 de Cádiz decretó hace dos semanas libertad bajo una fianza de 9.000 euros que aún Fiori no ha conseguido reunir. Un periplo por la Embajada de su país en Madrid y mercadillos ambulantes tan sólo han dado para reunir algo más de 4.000 euros.