Sociedad

Se cuadruplican en veinte años los desastres naturales por el cambio climático

El número de desastres naturales se ha cuadruplicado en los veinte últimos años, según un nuevo informe de la organización Oxfam, que aconseja a los gobiernos y a la ONU agilizar por ello la ayuda humanitaria. El número de personas afectadas anualmente por esas catástrofes ha pasado de unos 174 millones entre 1985 y 1994 a 254 millones en el período de 1995 al 2004, señala el informe, titulado Alarma Climática.

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Desde 1980 se han sextuplicado las inundaciones al pasar de 60 en 1980 a 240, el año pasado, mientras que la cifra de episodios geotérmicos- terremotos o erupciones volcánicas- se ha mantenido, por el contrario, relativamente estable. «Este año hemos visto inundaciones en el Sur de Asia, en distintas regiones de África y en México, que han afectado a más de 250 millones de personas», comenta la directora de Oxfam, Barbara Stocking.

Según Stocking, «no es éste un año extraordinario, sino que todo ello se inscribe en una serie de episodios meteorológicos más erráticos, impredecibles y extremos que afectan a más personas cada día».

Prevención

La directora de Oxfam advierte de que hay que prepararse desde ahora mismo para hacer frente a un número creciente de desastres naturales en el futuro porque, en caso contrario, los organismos dedicados a la ayuda humanitaria se verán desbordados y se echarán a perder los avances conseguidos en ese campo.

Aunque las grandes crisis, como las hambrunas africanas de comienzos de los ochenta, el ciclón que asoló Bangladesh en 1991 o el tsunami asiático, son las que causan la mayor mortandad, resulta cada vez más preocupante la proliferación de desastres de mediana magnitud. El número de víctimas mortales debidas a ese segundo tipo de desastres ha pasado de un promedio de 6.000 en 1980 a 14.000 en 2005. Por pequeños que sean a veces esos desastres, su rápida sucesión puede conducir a pueblos y comunidades pobres a una espiral descendente de la que les resultará muy difícil recuperarse.

Para empeorar las cosas, advierte Oxfam, los países ricos suelen dar preferencia en sus programas de ayuda a los países que han sufrido una catástrofe de gran magnitud o que están en línea con sus prioridades de política exterior. Algunos países son, sin embargo, particularmente proclives a sufrir desastres meteorológicos.