Siria acepta acudir a Anápolis al lograr que se debata sobre el Golán
Bush reúne en la capital de Maryland a los principales actores del conflicto palestino
Actualizado: GuardarSiria anunció ayer que participará en la conferencia internacional de paz para Oriente Próximo, que se celebrará mañana en la ciudad estadounidense de Anápolis. El Gobierno de Damasco ha cambiado de opinión después de que Washington incluyera la cuestión de los altos del Golán -ocupados por Israel desde 1967- en la agenda, informó la agencia oficial de noticias Sana, citando fuentes oficiales.
Con la incorporación de representantes del régimen de Bachar al-Assad, la cita de Anápolis adquiere una mayor relevancia, al conseguir sentar en la misma mesa de negociaciones a los principales países involucrados en el conflicto palestino. Además, Washington logra así atraer a uno de los países más opuestos a la política norteamericana en la región.
Tras la aceptación de Damasco y después de que Arabia Saudí anunciara su asistencia el viernes, todos los países integrantes del Comité de la Iniciativa de Paz de la Liga Árabe participarán en la conferencia.
Sin embargo, la presencia de Siria será con reservas, ya que, al contrario que el resto de países, que enviarán a sus ministros de Exteriores, su delegación estará encabezada por el viceministro, Faisal Miqdad, y no por el titular de esta cartera.
Reticencias saudíes
Otro duro escollo con el que se ha encontrado la Administración Bush para la celebración de esta cumbre han sido las reticencias de Arabia Saudí, que hasta el viernes no anunció que viajaría a Anápolis, en el estado de Maryland, colindante con Washington.
De cualquier forma, el ministro de Exteriores de Riad, príncipe Saud al-Faisal, aseguró que no esperaba ningún resultado tangible y subrayó que nadie le obligaría a estrechar la mano de ningún representante israelí. Al-Faisal, que no ocultó en ningún momento las dudas de su país, justificó su decisión de viajar a Maryland por la existencia de un fuerte consenso árabe.
Por otro lado, la aceptación de Siria, pone en una situación aún mas delicada al grupo palestino Hamás, que controla la franja de Gaza y uno de cuyos líderes políticos, Jaled Meshal, reside en Damasco. «Esta reunión sólo producirá más fracasos y más daño a la causa y a los derechos de los palestinos y árabes», sostuvo.
El último intento estadounidense de impulsar el proceso de paz se remonta a 2000, cuando el entonces presidente, Bill Clinton, consiguió reunir al primer ministro hebreo, Ehud Barak, y al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yaser Arafat.