El violín de Ara Malikian encantará esta noche el Palacio de Congresos El Neoclasicismo más cercano
El músico libanés interpretará un repertorio homenaje al director Pablo Sarasate El compositor ha sido considerado uno de los más brillantes músicos del mundo
Actualizado:El compositor y violinista Ara Malikian llega esta noche al Festival de Música de Cádiz. El virtuoso director, que actuará en el Palacio de Congresos acompañado de otros intérpretes de su agrupación, rendirá un homenaje al violinista Pablo Sarasate que ha sido considerado con frecuencia por la crítica y el público extranjeros como el Paganini español. Aunque fuera destinatario de composiciones de Saint-Saëns y Dvorak, Sarasate también compuso más de 50 obras, la mayoría de ellas de carácter folklórico y de inspiración española. Estos temas populares fueron adaptados para exhibir el virtuosismo y la precisión técnica mediante pequeñas formas.
El Ara Malikian Ensemble está compuesto por el libanés Ara Malikian, violín y director; José Vélez y Margarita Sicoreva, violín; Antonio Clarés, viola; Dragos Balan, violonchelo; Luis Fonseca, contrabajo, y Juan Francisco Padilla, guitarra. El grupo ha cosechado en las últimas temporadas numerosos éxitos de público y prensa, con programas muy diversos, tanto de gran como de pequeño formato, entre los que hay que destacar sus conciertos como Estaciones Vivaldi-Piazzola, el concierto que tuvo lugar en la Cabalgata de Reyes de la Ciudad de Madrid y el último gran éxito El Carnaval de los Animales de Saint Saens en versión dramatizada.
Ara Malikian es uno de los más brillantes y expresivos violinistas de su generación, con un estilo muy propio, forjado a partir de sus orígenes y ricas vivencias musicales, su violín se alza como una de las voces más originales e innovadoras del panorama musical. Poseedor de un amplio repertorio, que incluye la práctica totalidad de las grandes obras escritas para el violín, ha tocado en las más prestigiosas salas de conciertos del mundo, en 40 países de los cinco continentes. Se No existe nada original en decir que la inagotable saga de los Halffter vertebran toda la música española durante prácticamente todo el siglo XX. Es indudable la importancia de su música y la frecuente interpretación del catálogo de sus obras, sobre todo en un Festival de las características del nuestro. Sí es importante y por ello admirable, la recuperación para el gran público de gran cantidad de obras, sobre todo pertenecientes a la primera mitad del siglo XX y que descifran en muchos de los casos las claves del neoclasicismo, repleto de joyas en forma de piezas musicales de compositores como Andrés Gaos, Jesús Bal y Gay, ó los presentes en este concierto, Rodrigo y Bautista. Todos, con Stravinsky a la cabeza, reunidos en torno la idea de lo pastoral y su ambigua interpretación, reflejan en sus composiciones una época convulsa, marcada por una gran profundidad y universalidad en la visión de nuestras raíces.
Comenzó el concierto con un Pulcinella lleno de claroscuros orquestales. Falto algo de carácter y precisión, sobre todo en la Serenata y el Allegro, que sonaron demasiado asépticas. Jean-Jacques Kantorow llevó a cabo una dirección sobria y concisa, aunque algo imprevisible, traducido en algún apuro orquestal sobre todo en los arsis iniciales.
El Concierto Pastoral de Joaquín Rodrigo supuso un punto de inflexión en el concierto. Sharon Bezaly demostró su categoría con una obra repleta de pasajes virtuosísticos en los que hizo gala de una fantástica agilidad. La riqueza de matices y recursos empleados no quedaron nunca empañados por un trabajo orquestal, ahora sí, perfecto y equilibrado.
La segunda parte en su totalidad fue lo mejor del concierto. La Sinfonía Breve de Julián Bautista gozó, en manos de Kantorow, de toda su vigorosidad e intensidad. Todo ello sin restar ni un ápice de detalle en los diferentes planos rítmicos y dinámicos que ofrecía la partitura. De igual manera, la Sinfonietta de Ernesto Halffter sonó vital y enérgica, sin restar un ápice de fuerza y dramatismo al bellísimo Adagio, verdadero lamento en forma de música.