El PSOE quiere también paridad entre los número uno de las listas de las ocho provincias
Busca una representación equilibrada en las candidaturas al Congreso y al Parlamento andaluz para los comicios
Actualizado: GuardarLa dirección del PSOE andaluz ha trasladado a los secretarios provinciales del partido que pretende lograr una representación equilibrada entre los dos sexos en las ocho cabeceras de lista al Congreso de los Diputados y al Parlamento andaluz en las elecciones generales y autonómicas del próximo mes de marzo.
Según informaron a Europa Press fuentes de la dirección regional socialista, el objetivo es lograr que los primeros puestos de las candidaturas a los comicios generales y autonómicos estén ocupados por cuatro hombres y cuatro mujeres para «visualizar» ante la opinión pública la apuesta del partido por la paridad.
Equilibrio de sexos
Este equilibrio de sexos en la cabecera de las candidaturas, que no responde a una exigencia legal ni figura en los estatutos del partido, no se logró hace cuatro años, cuando hubo mayoría masculina en las listas socialistas tanto al Congreso de los Diputados como al Parlamento andaluz.
Así, en 2004, las listas del PSOE-A al Congreso estuvieron encabezadas por cinco hombres (Francisco Contreras en Almería; Alfonso Perales en Cádiz; Javier Torres Vela en Granada; Javier Barrero en Huelva; y Alfonso Guerra en Sevilla) y tres mujeres (Carmen Calvo en Córdoba; Micaela Navarro en Jaén; y Magdalena Álvarez en Málaga).
Por su parte, las candidaturas socialistas al Parlamento andaluz tuvieron entonces como números uno a cinco hombres (Martín Soler en Almería; Manuel Chaves en Cádiz; José Antonio Griñán en Córdoba; Paulino Plata en Málaga; y José Caballos en Sevilla) frente a tres mujeres (Clara Aguilera en Granada; Petronila Guerrero en Huelva; y María del Mar Moreno en Jaén).
Cremallera
A diferencia de los comicios celebrados hace cuatro años, los cambios introducidos en la Ley Electoral de Andalucía obligan a elaborar las candidaturas a las próximas elecciones autonómicas con puestos 'cremallera', en los que se alternan hombre y mujer, mientras que en 2004 los socialistas únicamente se regían por los criterios de paridad establecidos por el reglamento del partido, que garantizaban una representación mínima del 40 por ciento a cada uno de los sexos.