Arroz a diario

Sólo el nombre de este establecimiento ya invita a entrar si lo que se pretende es disfrutar de una buena comilona. Se trata del bar El Buen Comer, del que lleva las riendas Carlos Sampalo Torres desde que abriera el pasado 31 de mayo de 2007 con «mucho esfuerzo y dedicación». El propietario asegura que «desde que me dedico al mundo de la hostelería siempre me había llamado mucho la atención el nombre El Buen Comer, porque refleja lo que quiero demostrar con este bar».

El Buen Comer está situado en la avenida del Polo, y está enfocado como un rincón donde se sirven desde las comidas más simples hasta las más elaboradas y completas, y en su mayoría elaboradas con productos de «nuestra tierra, elementos andaluces». De hecho, el pescado que cocinan «lo compramos diariamente en el mercado de Abastos de la ciudad -cuenta Carlos-, es muy importante ofrecer calidad en cada uno de nuestros platos».

El equipo que trabaja en El Buen Comer derrochan profesionalidad, y les aval muchos años de experiencia, es por ello que sus propuestas son exquisitas. En este sentido, la carta presenta una gran variedad de platos típicos, donde los amantes de la buena cocina pueden degustar Bastones de berenjenas con salmorejo o Choricito al queso viejo. En cuanto a las especialidades gastronómicas más elaboradas. Ofrecen, en pescado, bacalao en salsa de almejas y langostinos, y en carnes, columpios de solomillo de cerdo. Pero si existe algo que caracteriza a Carlos y a su equipo culinario, es que diariamente elaboran con mucha dedicación guisos de arroz, que entre los más demandados se encuentran el arroz con bogavante o el arroz negro con calamares, que «suelen impresionar mucho a los clientes, porque no están muy vistos», asegura Carlos.

«Además -afirma-, a todo ello hay que sumar que los precios son muy asequibles para todo tipo de bolsillo, lo hemos ajustado al máximo para que el público esté satisfecho con nosotros».

Apenas llevan siete meses, pero ya han tenido la necesidad de establecer un servicio de reservas porque el local se les ha quedado pequeño. En un principio «queríamos probar, y no nos esperábamos tan buena acogida en tan poco espacio de tiempo». De esta manera pretenden «dar un mejor servicios a los clientes para que no tengan que esperar demasiado para poder sentarse en las mesas», apostilla Carlos.

Como El Buen Comer tiene sus puertas abiertas desde las 9.00 hasta medianoche, a la hora del desayuno muchos vecinos de la zona «vienen a probar nuestros molletes de Antequera, que además son los auténticos».