Accesibilidad y precio, claves para la expansión

Sin duda alguna, si en la provincia de Cádiz hay alguna empresa que ejemplifique lo que es el desarrollo, el empuje y la expansión comercial e industrial esa es el Grupo Polanco. Originaria de Chiclana, la firma maderera se encuentra actualmente «en pleno proceso de expansión» después de consolidarse en la atención al cliente en toda Andalucía con sus instalaciones de la localidad chiclanera y de Otura en Granada.

Así, y según explica la jefa de administración del grupo empresarial, Inmaculada Polanco, la firma ya se planteó en el año 2003 la necesidad de un mayor acercamiento al cliente final, lo que les impulsó a constituir un año después la sociedad Polanco Ronda. En esa misma línea de crecimiento geográfico está la adquisición, en 2002, de una parcela en Alcalá de los Gazules, donde los planes de crecimiento sitúan la nueva planta de la fábrica en los próximos años.

Precisamente esa es una de las claves que aportan desde esta empresa puntera de un sector tan competitivo como es el maderero. Y es que la inversión en suelo industrial pasa para los responsables de Polanco por el hecho de que dichos emplazamientos «cumplan una serie de requisitos, como son contar con un fácil acceso, tener aparcamiento propio y estar ubicados en lugares que permitan la descarga de camiones pesados, además de contar con un precio acorde a la rentabilidad del negocio», aseguran.

Con estos criterios se compra o se alquila «en función de lo que encontremos», algo que habla bien a las claras de las necesidades de suelo industrial que tienen las empresas de tamaño medio -Polanco tiene de media unos 350 empleados en plantilla o colaboradores, como les gusta denominarlos-, en la provincia de Cádiz.

De momento, y para consolidar la marca propia, seguir ofreciendo un servicio de calidad y garantizar unos productos de primer nivel a sus clientes tanto para particulares como profesionales, la empresa familiar fundada por Juan Polanco tiene previsto abrir a lo largo de este año un nuevo centro en Alcalá de Guadaira, otro a finales de 2008 en Antequera y otro en Huelva a comienzos de 2009.

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