'GUERRILLA'. Óscar Chamorro realizó esta fotografía.
Cultura

Cádiz, plano a plano

La Escuela de Cine de Puerto Real acoge una muestra fotográfica sobre los últimos rodajes realizados en la provincia

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Receta para convertir Cádiz en La Habana: se coge La Caleta, se ciñe el plano al motivo principal, se eliminan los restos del folclore patrio, se apura el resultado con una buena dosis de maquillaje digital, y Halle Berry puede salir entonces de las aguas atlánticas como una Venus de ébano que exhalara aires de Cuba, con su piel bruñida de salitre caribeño, observada por los pibes del Malecón, en vez de por los coquineros habituales que mastican las tardes en la playa de La Viña.

Receta para transformar Los Alcornocales en Sierra Maestra. By Steven Soderbergh. Se toma como base el bosque que rodea El Corchado, una pequeña aldea situada en el entorno de San Pablo de Buceite -término municipal de Jimena de la Frontera-, y con determinación y muchas ganas se le cambia la fisionomía a marchas forzadas hasta que se acaba pareciendo a Villa Los Gálvez, escenario de algunos de los épicos enfrentamientos que el Che y sus guerrilleros mantuvieron con los regulares bolivianos, justo antes de que el mítico revolucionario fuera capturado y ejecutado por agentes de la CIA.

El equipo de ambientación y arte de Guerrilla se afanó en eliminar todo resto de modernidad de las callejuelas que median entre caserío y caserío, disimular cualquier rasgo endógeno de los aledaños de la antigua central eléctrica y sustituirlos por elementos característicos de las sierras andinas. Cuando el oscarizado director de Traffic y la saga Ocean's aterrizó en las tierras de La Janda, todo estaba listo para que Benicio del Toro y el resto del reparto internacional pudiera empezar a dispararse con total tranquilidad.

Y son sólo dos ejemplos

Lo bueno que tiene Cádiz (y provincia, desde la costa a la Sierra, pasando por la campiña y el Campo de Gibraltar) es que, con las dosis adecuadas de imaginación y tecnología, puede pasar por un inmenso y heterogéneo plató natural, en el que podemos encontrar playas fastuosas, escarpadas sierpes, bosques frondosos, castillos medievales, callejuelas, bodegas, viñas, puertos y llanuras.

Los curiosos que quieran comprobar por sí mismos cómo Cádiz puede mudar de aspecto según las exigencias del guión, retroceder en el tiempo o ser, de pronto, otra ciudad sin dejar de ser Cádiz, pueden acercarse a la muestra fotográfica que acoge desde el pasado martes la Escuela de Cine de Puerto Real y que recapitula, en 45 imágenes, los principales rodajes que han pasado por la provincia en los últimos años.

Los fotógrafos Gonzalo Hörr, Francis Jiménez, Antonio Vázquez, Román Ríos, Javier Ríos, Jorge Garrido, Juan Carlos Corchado y Óscar Chamorro, producido por Factoría de Ideas y patrocinado por LA VOZ, exponen en Cádiz: plató de cine, una recopilación de las imágenes capturadas durante el paso por la provincia de Lola, Muere otro día, Alatriste, La Carta esférica, Manolete y Guerrilla, algunas de las principales producciones que han traído a tierras gaditanas a directores y actores de la talla de Steven Soderbergh, Imanol Uribe, Guillermo del Toro, Vigo Mortensen o Aitana Sánchez Gijón, entre otros.

Así, el espectador podrá recuperar, a través de las fotografías y de la magia del cine, cómo La Caleta, se convierte en puerto de atraque de las goletas del XVII que permitieron a Alatriste desembarcar con las tropas españolas tras una de sus campañas, o cómo la mismísima Lola Flores, reencarnada en Gala Évora, pasea por el casco antiguo con su tocado años 60.

Carmelo Gómez y Aitana Sánchez Gijón, en La Carta Esférica, discuten sobre la posible localización del pecio de sus sueños en el Hotel Victoria, y pasean -también ellos- por el entorno del Balneario, rodeados de cámaras, técnicos y equipos, tal y como los inmortalizó el fotógrafo.

Adrien Brody, convertido en Manolete por obra y gracia de la figuración -en el filme que retrata sus toreros amores y desamores por Margarita Cansino- escenificó sus devaneos con Penélope Cruz incluso en los descansos del rodaje, tal y como ha quedado recogido en otras de las imágenes más curiosas de la muestra.

Se trata, pues, de una ocasión excepcional para refrescar la memoria cinematográfica de la provincia y comprobar in situ la riqueza paisajística y la capacidad de transformación de una ciudad que se ajusta a la vida y al cine día a día y plano a plano.