Bodas de Plata de la Coral Universitaria
Aprovechamos la ocasión de la celebración del veinticinco aniversario de su nacimiento, para felicitar a todos sus componentes y para hacernos eco de la gratitud de tantos ciudadanos que han disfrutado con ella. Ésta es una ocasión propicia para evocar, no sólo su feliz nacimiento allá por el año 1982, sino también para recordar con gratitud a las personas que, desde sus diferentes puestos, han hecho posible su supervivencia y han contribuido a su crecimiento.
Actualizado: GuardarGracias al trabajo continuado de los sucesivos rectores, vicerrectores de Extensión Universitaria, presidentes y directores, esta Coral Universitaria, no es sólo ha sido una actividad lúdica recreativa que ha llenado los tiempos de ocio o un reclamo publicitario situado en el centro de nuestro escaparate principal -el Vice-rectorado de Extensión Universitaria-, sino una actividad nuclear que ha nacido de su más íntima esencia y que es el reflejo directo de conciencia profunda que la Universidad posee de la necesidad de sintonizar con la sensibilidad de la sociedad en la que se sustenta y de la obligación de expresar el mensaje de armonía entre melodías ideológicas diferentes y entre intereses profesionales contrapuestos que han de estar coordinados por el compás riguroso que conduce hacia un progreso plenamente humano y hacia un desarrollo social equilibrado.
La Coral Universitaria es la ilustración plástica, la metáfora, de ese modelo de ser humano que la Universidad propone y de ese ideal de sociedad a la que aspira: formar personas sensibles, equilibradas y dueñas de sus emociones, que sepan sentir y que acierten con la melodía y con el tono a la hora de expresarse y de sintonizar con el momento actual, que ofrece colaboración para lograr la cohesión -la armonía- de la sociedad.
La Coral Universitaria constituye la demostración más contundente de que no existe contradicción entre el lujo y la necesidad, entre el arte culto y las demandas populares, entre la organización institucional y las actividades que surgen de las expectativas de la sociedad. Por eso hemos de felicitar y expresar nuestra gratitud, sobre todo, a ese puñado de los cantores que son miembros o amigos de la Universidad -alumnos, profesores, personal de administración y de servicios- que invierten su tiempo libre en los ensayos con el fin de que -divirtiéndose ellos- disfrutemos muchos otros.
Con sus repertorios selectos nos han contagiado de entusiasmo y han proclamado nuestros sentimientos más nobles de paz y nuestros irreprimibles deseos de bienestar. Quizás esta Coral, por la que han pasado más de quinientos cantores, constituya una explicación transparente, clara y directa del significado más noble de la nuestra Universidad y la demostración palpable y audible de que, en Cádiz, además de las melodías de Paco Alba y de los compases de Enrique El Mellizo, también tenemos paladar para degustar las armonías de Joseph Haydn, Antonio Lucio Vivaldi o Manuel de Falla.
Celebrar el 25 aniversario de una Coral es dar pruebas de sensibilidad estética, de delicadeza de espíritu y, en resumen, de amor a la belleza y de la decisión de vivir la vida como una existencia plenamente humana. Al celebrar este cuarto siglo de vida compartida, a todos sus miembros les damos nuestra cordial felicitación y les expresamos nuestra profunda y sincera gratitud.