Nueva York puede acabar el año como el de menos asesinatos de su historia
Las muchas teleseries de policías que explotan la imagen de jungla urbana que da Nueva York, con su ristra de crímenes y asesinatos, puede enfrentarse con un problema de credibilidad si se confirma la tendencia de este año. Al ritmo que van las estadísticas, la ciudad de la Gran Manzana puede terminar el 2007 con el número de asesinatos más bajo de su historia comparable, por debajo de los 500. Antes de 1963 los baremos eran diferentes, por lo que se pueden cotejar las estadísticas
Actualizado:Atrás quedan los días en que la ciudad era la nueva Sodoma y Gomorra. Malhechores acechando en cada callejón, pandilleros poniendo a prueba su valor en las calles humeantes, ajustes de cuentas, mafias y siempre un ciudadano inocente que pagaba con su vida por esta epidemia de violencia casi apocalíptica.
Era finales de los 80 cuando las sirenas cortaban la noche neoyorquina a cada rato, dejando un escalofrío entre los vecinos. El apogeo se produjo en 1990, cuando se registraron 2.245 asesinatos, una media de seis diarios. Hoy, acabada la epidemia de crack y rifles semiautomáticos, la cifra se ha reducido a poco más de 1 al día, lo que supone un descenso de casi el 80%.
Crímenes localizados
Hasta el domingo pasado, según 'The New York Times', se habían producido en Nueva York 428 asesinatos. Pero la mejor parte es que sólo 35, de la mitad analizada, fueron cometidos por desconocidos. O sea, la vasta mayoría de las víctimas conocían a sus asesinos. Sus muertes fueron el resultados de socios ambiciosos, colegas rencorosos o parejas despechadas, no del azar en la calle.
Eso, si bien pone las cosas más difíciles a las fuerzas del orden, «porque no se pueden mandar un policía a cada casa», decía el profesor criminalista Peter Manning al rotativo, deja más alto el listón de la seguridad en las calles. «En general estamos hablando de crímenes privados», dijo Manning.
Entre los ejemplos que recientemente han sacudido a la ciudadanía destaca el de la ex manager de los Ramones Lisa Stein, descubierta en un charco de sangre en el salón de sus casa, donde había sido golpeada hasta la muerte. Su asistente ha sido detenido como presunto autor del crimen.
Las buenas noticias se producen en un momento en que la criminalidad está ascendiendo en otras urbes del país, por lo que ha dejado boquiabiertos a los expertos.