El primer ministro libanés niega que el país esté en estado de emergencia
Naciones Unidas expresa su preocupación por la fragilidad política tras la marcha del presidente
BEIRUT Actualizado: GuardarEl Ejército y la Policía del Líbano han tomado las calles del país, que por primera vez en su historia se ha quedado sin presidente tras la incapacidad del Parlamento para elegir un sucesor a Emile Lahud, cuyo mandato expiró ayer a medianoche.
El primer ministro, Fuad Siniora, ha negado que esté en vigor el estado de emergencia y aunque ha reconocido que se vive una etapa "excepcional", ha puntualizado que los poderes presidenciales están ahora en manos del Consejo de Ministros.
En una rueda de prensa tras reunirse con el Patriarca maronita, Nasrala Sfeir, el jefe del gobierno libanés ha asegurado que no hay necesidad alguna de declarar el estado de emergencia, como ayer sugirió el ya ex presidente lahud. Siniora ha recordado además que el país, al quedarse la presidencia vacante tras la pasada medianoche, vive "una etapa excepcional" y que, como prevé la Constitución, el Consejo de Ministros ha asumido todos los poderes.
Con esta frase Siniora ha rechazado la última orden del presidente Emile Lahud, que puso toda la seguridad del país en manos del Ejército, pues consideró que el Gobierno era "ilegítimo e inconstitucional" por no representar a todos los libaneses. "Ninguna persona en absoluto ocupa el lugar del Presidente; no existe ningún estado de excepción; solo es un periodo excepcional en el que seguimos la constitución", puntualizaba Siniora.
"No hay ninguna irregularidad, que todos los ciudadanos de todas las tendencias estén tranquilos", ha declarado, al tiempo que aseguraba que "estamos trabajando por llegar a un consenso sobre la elección del presidente en el menor tiempo posible".
El Parlamento libanés está citado el próximo viernes día 30 para elegir al presidente, pero en cuatro ocasiones -la última de ellas ayer- no ha podido completar el necesario quórum de dos tercios para proceder a la elección por las profundas divergencias entre la mayoría y la oposición.
"La preocupación principal y única del gobierno actual es llegar a un presidente consensuado según la Constitución para salir de la crisis", ha afirmado Siniora.
Presencia del Ejército en las calles
Tanquetas del Ejército están apostadas en las principales avenidas de la capital, Beirut, patrulladas por soldados y policías que mantienen controles fijos y móviles.
También en el sur del país, en la zona controlada por la fuerza de interposición de la ONU (FINUL), hay un intenso movimiento de soldados libaneses equipados con cascos y chalecos antibalas, muy superior al habitual.
Aunque desde hace días era notoria la presencia de las Fuerzas del Orden, no ha dejado de intensificarse desde que el saliente presidente confiara al Ejército el mantenimiento de la seguridad, algo que el presidente Siniora ya calificado de "ilegal".
En las primeras horas de la primera jornada de vacío de poder apenas hay movimiento en las calles que no sea el del Ejército. El miedo a incidentes mantiene a los libaneses refugiados en sus casas.
Inquietud en la ONU
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha expresado su preocupación por la fragilidad política del país. Ban ha hecho un llamamiento a las partes para mantener la calma y ha pedido que se intensifiquen sus esfuerzos para alcanzar un compromiso lo antes posible.
Es la reacción de la ONU a la decisión del pro sirio Emile Lahud de abandonar el palacio presidencial. "Tengo la conciencia tranquila, espero que las naciones se despierten y que ningún Estado pueda imponer al otro su punto de vista", explicó en su última declaración como presidente libanés a la cadena de televisión LBC.
Lahud ha sido boicoteado por la comunidad internacional tras la prórroga de tres años de su mandato en el 2004, rechazada por gran parte de los libaneses.
Lahud ha insistido en que el Gobierno del pro occidental Fuad Siniora es "ilegal y anticonstitucional, no importa lo que digan los EEUU, Francia o cualquiera otra parte".