ÉXITO. Materias primas de alta calidad. / LA VOZ
Ciudadanos

Del ordeñado a la fábrica en tan solo 30 minutos

Los quesos payoyos de Villaluenga del Rosario se han ganado un hueco, por derecho propio, en el paladar de los amantes a este derivado de la leche. Este producto es fruto del esfuerzo personal de dos amigos y socios, Andrés Piña y Carlos Ríos. Ambos han conseguido crear un producto con nombre propio y que está presente en todos los rincones del país e incluso en mercados internacionales.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La base del éxito, según los propietarios de la empresa, se encuentra en «unas materias primas de alta calidad y un proceso de fabricación que mantienen la esencia de cómo se han hecho los quesos toda la vida», apunta Ríos.

El control de la materia prima que se lleva es tal que la empresa tiene establecido un método de recogida de la leche de cabra (la cabra payoya de la Sierra) que hace que esté en la fábrica treinta minutos después del ordeñado.

Esto explica que el crecimiento de la fabricación de estos quesos se haga de un modo muy controlado. «Nuestros clientes son lo primero y queremos servirles como lo hacemos ahora, dándoles un producto de alta calidad», comenta Ríos, añadiendo que «si crecemos demasiado todo esto se nos podría escapar, y a nosotros nos gusta controlarlo todo».

Estas y otras múltiples cualidades llevan a este queso a ser uno de los grandes tesoros gastronómicos de la Sierra y la provincia. Algo que reconocen los múltiples premios nacionales e internacionales que ha recibido. El último lo obtuvo en la pasada primavera en Malpensa (Italia), donde se celebró el Concurso Internacional Fromagora.

Piña y Ríos ya tienen lista una nueva iniciativa empresarial en la que darán a conocer a los escolares y los visitantes cómo se producen los afamados quesos. Además, esta iniciativa hará que los visitantes sean partícipes del proceso de elaboración, partiendo del ordeñado.