nueve condenados

Penas de hasta 43 años por el asesinato del joven de Berga en 2005

Los condenados arremetieron en grupo contra el joven Josep María Isanta después de agredir a otra docena de personas durante un concierto

BARCELONA Actualizado: Guardar
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La Audiencia de Barcelona ha condenado a los nueve acusados de la muerte a cuchilladas del joven de Berga Josep María Isanta en las fiestas de la Patum del año 2005 a penas de entre 25 y 43 años de cárcel, al estimar que cometieron un delito de asesinato, además de varias tentativas de homicidio y amenazas.

El tribunal condena a siete de ellos como coautores del asesinato y a otros dos como cooperadores necesarios por entender que la muerte de Isanta no se produjo en medio de una pelea confusa y tumultuaria, sino que fue producto de la acción concertada de los acusados contra una sola víctima mediante un "mecanismo grupal".

Así, los jueces afirman que el grupo agredió a Isanta para que cayera al suelo y luego sus integrantes formaron dos círculos sobre el joven, de forma que, mientras unos procedían a golpearle y acuchillarle, otros dificultaban que fuera auxiliado por terceros, sin posibilidad de que se pudiera defender, lo que determina la condena de asesinato con alevosía, y no por homicidio, como solicitó la fiscalía.

Por este delito de asesinato han sido condenados a quince años de prisión Juan Pineda, Raúl Bravo, Ridouan Haouriqui, Azeddine Maarouf, Eudy Leandro Martínez, Augusto Felipe Medranda y Antonio Santiago Fajardo, mientras que Santiago Sánchez y Pablo Enrique Méndez han sido penados cada uno con once años y tres meses de cárcel, al aplicárseles la eximente de "alteración psíquica".

Noche trágica

Los hechos ocurrieron en la noche del 27 al 28 de mayo de 2005, cuando un grupo integrado por una quincena de jóvenes, entre ellos los nueve condenados, se desplazaron a una zona donde se celebraba un concierto y empezaron a agredir a otros jóvenes que disfrutaban de la actuación, causando heridas de diversa consideración a una docena de personas.

Posteriormente arremetieron contra un joven, hermano de Josep María Isanta, por lo que éste acudió en su defensa, momento en que fue rodeado por el grupo agresor. El tribunal afirma que todos los acusados rodearon a Josep Maria Isanta y que al menos seis, en una "unidad de acción y propósito", empezaron a darle golpes y patadas, entre ellos el procesado Pablo Méndez, que le asestó dos puñaladas, una de ellas mortal.

Aunque sólo Méndez es identificado como autor material de dos de las puñaladas, el tribunal condena por asesinato a los nueve procesados al subrayar que todos ellos "eran conscientes del hecho de que se portaban navajas y que se utilizaban, aceptando los hipotéticos resultados lesivos o mortales ocasionados por alguno de ellos"