ESTRELLA. Los cazas Harrier ofrecieron las maniobras más espectaculares.
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El perdón de Trafalgar

El portaaviones británico 'Illustrious' y la Novena Escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves culminarán hoy un ejercicio de adiestramiento conjunto en el Golfo de Cádiz

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Las aguas de la Bahía de Cádiz han servido esta semana para estrechar los vínculos existentes entre las Armadas de España y el Reino Unido. Ambas instituciones culminarán hoy en el Golfo de la provincia un ejercicio de adiestramiento conjunto, bautizado en la jerga militar como DAPEX 07, que no contaba con precedente alguno hasta la fecha.

La maniobra ha contado con la participación del portaaviones británico Illustrious y del Noveno Escuadrón de la Flotilla de Aeronaves de la Base Naval de Rota, formado por seis cazas Harrier. En el ejercicio este dispositivo conjunto integró el sistema de defensa de una nación ficticia ubicada entre el Sur de la Península Ibérica y Portugal.

La fase inicial de la rutina de adiestramiento incluyó dos jornadas de simulacro de ataque por parte de la alianza hispano-británica a sus enemigos imaginarios. Mientras que la etapa final, que concluye hoy, ha llevado a los militares participantes a poner en marcha tácticas defensivas.

El almirante de la Flota, Fernando Armada Vadillo, explicó ayer bordo del Illustrious que la decisión de utilizar este buque como base de operaciones nace del hecho de que el portaaviones Príncipe de Asturias está superando ciertas reparaciones y no está disponible hoy en día.

Durante esta semana, el portaaviones procedente del Reino Unido también actuó como improvisada casa flotante para un elevado número de militares procedentes de ambas Armadas, ya que a la tripulación de la nave, formada por casi 800 efectivos británicos, se vio aumentada en 80 especialistas españoles, entre pilotos, técnicos de mantenimientos y médicos.

Compenetración

Armada Vadillo también aprovecho la pasada jornada para mostrar su satisfacción ante los resultados de la maniobra conjunta. «El ejercicio ha servido a los países participantes para probar sus sistemas de defensa y también ha permitido a ambas Armadas aprender mutuamente cómo introducir nuevas mejoras en su rutina diaria», detalló el almirante de la Flota. Su homólogo británico, el comodoro del Grupo de Combate de la Royal Navy, Tom Cunningham, incidió sobre la permanente colaboración entre las dos naciones aliadas.

Cunninghamn además adelantó que dicha cooperación tendrá continuidad en dos ejercicios que España y el Reino Unido preven ejecutar el próximo año en aguas del Océano Índico y Brasil.

En un breve descanso de la rutina de adiestramiento, algunos tripulantes españoles también ofrecieron su visión de la convivencia con la dotación del Illustrious. Entre estas opiniones destacó la del jefe de la Novena Escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves, Ignacio Villanueva. «La confianza es total entre británicos y españoles, tanto a bordo de la nave como en el aire. Las órdenes son obedecidas sin dudar por todos sin importar la nacionalidad del mando del que vengan», indicó Villanueva.

El coordinador de mantenimiento del dispositivo nacional, el subteniente Manuel Rufino Hidalgo, también señaló el buen clima que define la rutina diaria con la tripulación del buque. «El entendimiento entre ambas partes fue evidente desde el primer momento», afirmó Hidalgo.

Mención aparte merece Alex Wareham, uno de los cabos de Illustrious. Wareham nació en Bilbao hace 19 años y se trasladó a Newcastle en 1999. Cuando tuvo la edad suficiente, este joven se alistó en la Royal Navy y tras un período de formación se incorporó en junio de 2006 al equipo de cocineros del portaaviones. A pesar de que su español se ha oxidado con el paso de los años, Wareham es uno de los responsables de que la comida no falte en los platos de los casi 800 ocupantes del buque.