Un ex portavoz de la Casa Blanca acusa a Bush de mentir en el 'caso Plame'
McClellan asegura que el presidente y sus asesores le pasaron información falsa sobre la espía de la CIA
Actualizado: GuardarHasta el lunes, Scott McClellan era uno de los leales de George W. Bush. Un viejo colaborador de su círculo de Texas que había ejercido de portavoz en la Casa Blanca. Pero ese margen de confianza se acabó cuando su editorial publicó un extracto de su próximo libro, en el que acusa al presidente y de sus principales asesores de pasarle información falsa para dar a la prensa en el caso de la espía Valerie Plame.
En otoño de 2003 un nuevo escándalo explotaba en la Casa Blanca. Los principales asesores de Bush y el vicepresidente, Dick Cheney, Karl Rove y Lewis Scooter Libby eran acusados de haber filtrado la identidad de una bella espía de la CIA como venganza por la posición que su marido, un ex embajador, había tomado en los meses previos a la invasión de Irak. Joseph Wilson, encargado de investigar las sospechas de que Saddan Hussein estaba importando uranio enriquecido de Niger, había acusado públicamente al Gobierno de Bush de manipular los informes de inteligencia para justificar la invasión del país árabe, como luego se ha demostrado. Todo el mundo sabía que en la Casa Blanca 'Roma no paga traidores', así que la venganza no parecía descabellada. McClellan, que iba a ser acribillado por la prensa, decidió preguntarles directamente antes de subir al podium.
«Son buenas personas, gente importante de nuestro equipo presidencial, y por eso he hablado con ellos, para poder volver a vosotros y deciros que no están involucrados», aseguró en conferencia de prensa. El propio Bush prometió que despediría a cualquiera que hubiera tenido algo que ver en esa filtración, que había descarrilado décadas de espionaje y dejado al descubierto a numerosos contactos secretos. «Sólo había un problema», reconoce ahora McClellan en los extractos del libro que publicará en abril próximo. «No era verdad».
El ex portavoz confiesa que «sin saberlo había pasado información falsa, y cinco de los más altos cargos de la Casa Blanca eran responsables de que yo hiciera eso: Rove, Libby, el vicepresidente (Cheney), el jefe de gabinete (Andrew Card), y el propio presidente». A quienes ahora le suceden en el trabajo de dar la cara les tocó ayer dar la vuelta a esa acusación directa, que Danna Perino califica de confusa por haber sido tomadas fuera de contexto. «El presidente no ha pedido ni pediría a su portavoz que pasase información falsa», sostuvo.
Extracto
La editorial Public Affairs sólo ha publicado un extracto de tres párrafos en su website (www.PublicAffairsbooks.com) como aperitivo de las cuatrocientas páginas que tendrá el libro titulado 'What Happened: Inside The White House and what's wrong with Washington» (Lo que ocurrió: dentro de la Casa Blanca y qué va mal en Washington). McClellan se ha negado a conceder entrevistas con el argumento de que aún sigue escribiendo.
En el desenlace del caso de la espía destapada, Libby fue el único condenado, y no por haber comprometido a la inteligencia americana, sino por haber mentido durante las investigaciones. De todas maneras, Bush, que también cambió su promesa de despedir a cualquier «involucrado» por la de despedir a cualquier «condenado», le perdonó cuando estaba a punto de ingresar en prisión para cumplir treinta meses.