Reales como la vida

Artista de lo diminuto y del capricho, Beatriz Guillén tiene un don innato para hacer figuras con sus manos. «Recuerdo que, de pequeña, de un trozo de plastilina ya hacía mis cositas», sostiene cuando se le pregunta sobre cuándo comenzó su vocación por el moldeado de pequeñas figuras. Un oficio que fue aprendiendo poco a poco, puesto que es autodidacta, «aunque he pasado por algunos cursos de vaciado y de forma efímera por la Escuela de Artes y Oficios de Jerez. Pero lo más importante para hacer bien este trabajo es tener un cierto talento y muchas horas de práctica».

Beatriz es capaz de hacer pequeños motivos con una arcilla especial llamada polimérica y que compra en Estados Unidos a través de Internet. «Me gusta este tipo de material fundamentalmente porque se adapta a un horno normal de cocina. Fue uno de los problemas que tuve cuando comencé con esto. Necesitaba un material con el que pudiera trabajar en un horno doméstico. Cuando empiezas con este tipo de arcilla sientes que es un poco dura de moldear con las manos, pero se acaba sometiéndola y tiene un acabado bastante interesante. Es lo que fundamentalmente uso para mis trabajos», subraya.

Personalizada

Poco a poco, Beatriz llegó a tener la suficiente destreza como para llegar a sacar de un simple trozo de arcilla una figura personalizada. Fue cuando comenzó a plantearse más en serio este tipo de trabajo, pues los pedidos no paraban de llegar. «Cuando fui capaz de moldear un rostro teniendo una simple fotografía como referencia, comencé a trabajar con encargos personalizados», comenta. Así que ya son muchas bodas, bautizos y primeras comuniones donde se busca a Beatriz para saque las figuritas de las tartas iguales a los protagonistas. «También he hecho figuritas de mascotas, perros o gatos. Forman también parte de los encargos», subraya.

Sus interesantes acabados han obligado a Beatriz a plantearse este trabajo como sistema de vida. Una artista especializada también en la moda gótica y todo lo que rodea a esta subcultura urbana. Está operativa en la web www.demonyarte.com. Se podría decir que cualquier parecido con la realidad, en este caso, no es pura coincidencia, sino que es atribuible al talento de esta jerezana y sus diestras manos.