España cubre el expediente
La selección se 'aplatanó' en Las Palmas e hizo lo justo para derrotar a una horrible Irlanda del Norte y acabar líder; Xavi decidió con un tiro lejano que desvió un defensor
Actualizado:España se aplatanó en Canarias y cumplió el trámite ante una horrible Irlanda del Norte merced a un afortunado disparo de Xavi que encontró la colaboración de un zaguero. Una faena de aliño que no gustó al exigente Luis, que desencantó a la hinchada pero que cubrió el expediente. La selección suma y sigue. Acaba líder de grupo, invicta en un 2007 extraordinario, sin lesionados y con ocho puntos de margen sobre el tercero. Pero el descafeinado partido no sirve para extraer conclusiones, por más que Luis probara con varios sistemas, diera la alternativa a Güiza y rescatase a un Senna en mejor forma que Albelda.
Sin necesidad de puntos no hay competición y el fútbol degenera en un juego insulso. Por más que desees agradar el público y cerrar como es debido la fase de clasificación, es inevitable que el ritmo decaiga y el tedio se apodere incluso de una afición grancanaria ávida de disfrutar con la elite. Sólo los hinchas norirlandeses, cargados desde primera hora de cerveza, se hacen inasequibles al desaliento.
Luis hizo encage de bolillos con la alineación. Confeccionó una atractiva mezcla que le permitía consolar a todos los que no habían participado de la fiesta del Bernabéu ante los suecos, mantener su dibujo con un punta y, sobre todo, insistir en los automatismos de ese centro del campo de tocones, de elegantes magos del balón a los que les sobra calidad pero les falta físico. Por eso el técnico necesita un pivote defensivo como Albelda o esta vez Senna, quien lucha con Xabi Alonso por un puesto en la Eurocopa.
Ocurrió que la selección se encontró contra un rival que renunció al ataque. Aunque necesitaba ganar para mantener viva la llama de la esperanza, entendió que salir en busca de los españoles era como arrojarse al vacío desde un acantilado de Las Canteras. Se metieron en la cueva y, temerosos, sólo se asomaron para buscar algún pelotazo, una prolongación y a Healy, ese máximo artillero de todas las clasificaciones europeas que no destaca en el Fulham.
Los españoles tocaron casi por inercia, sin desgastarse. Eso sí, cuando Iniesta o Silva, objeto de un clamoroso penalti que no quiso ver el alemán Fandel a los siete minutos, entraban en juego, el público siempre se esperaba algo. Las ocasiones locales fueron llegando porque el campo parecía inclinado hacia el área británica. Sin apretar al acelerador, los de Luis ya debieron irse con el partido resuelto al descanso.
Mejor con Joaquín
Lo intentó sobre todo el delantero Güiza. El debutante jerezano estaba en todas pero le fallaba el toque final. Primero probó suerte con dos disparos desde la frontal, luego estuvo a punto de rematar a bocajarro tras un cabezazo de Ramos, más tarde cabeceó junto al palo un medido centro de Xavi y al final se aprovechó de una combinación con Silva pero no pudo con el portero Taylor, a esas alturas ya el mejor hombre del partido. Una lástima que acabara sin mojar, reemplazado por Tamudo.
Luis quería más, mucho más. Por eso salió del banquillo, mediada la primera parte, y exigió más intensidad. Como el panorama no cambió, movió ficha en la reanudación. Buscó más profundidad y desborde con Joaquín y retiró a un Cesc que con la selección sigue sin ser Fábregas. Ni de lejos es el del Arsenal, pero habrá que insistir porque no se puede desperdiciar a un futbolista así.
Mejoró ligeramente España en la reanudación y abrió la lata desde larga distancia. Como no encontraba ningún desmarque entre líneas, Xavi buscó el disparo, encontró la cabeza aliada de un rival y encarriló el triunfo. Luis siguió a lo suyo, a ensayar para el futuro. Tiró de Tamudo y volvió al clásico 4-4-2 al dar descanso a Xavi y minutos a Villa. Senna e Iniesta formaban el interesante eje del centro del campo. Pero apenas ocurrieron cosas, salvo algunas patadas a destiempo que no venían a cuento. Estaban eliminados pero los aficionados norirlandeses estaban de fiesta.