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El Cádiz se mira en el espejo de Mareo
El club cadista reconoce que ha estudiado la cantera del Sporting, un ejemplo a seguir Los asturianos controlan a 500 jóvenes, que empiezan desde los ocho años en fútbol sala
Actualizado: GuardarEn las últimas semanas, la cantera amarilla está siendo protagonista de la actualidad cadista. La subida de Calderón al primer equipo, la llegada de un nuevo consejero (Luis Escarti) para reforzar el área, la dificultad para encontrar un entrenador del segundo equipo, y, de fondo, la poca productividad de unas categorías inferiores que fracasan estrepitosamente en el último salto.
Curiosamente, este fin de semana visita a un club del que ya están tomando buena nota. Quique González, coordinador de las escalas inferiores del Cádiz, reconoce que la cantera de Mareo es de las mejores de España y por ello la conoce a la perfección. Es más, confiesa que es un espejo en el que reflejarse, al igual que Lezama, Tajonar, Zubieta o Sevilla.
Desde hace treinta años
No todo es casualidad, ni cuestión de suerte o generaciones. El trabajo del Sporting da sus frutos. Su estructura es enorme y labora con precisión desde hace treinta años, cuando se inauguró Mareo.
Esta Ciudad Deportiva incluye cuatro campos de fútbol de césped natural, dos de tierra y uno de hierba sintética (El Rosal, desde hace dos años, tiene dos naturales y dos artificiales). Además, la entidad riojana utiliza otros campos de la zona donde trabajan por líneas (defensa, medio y ataque) y realizan funciones más específicas. Un lujo en cuanto a estructura.
Esto le permite controlar a unos 400 jugadores, a los que hay que unir los equipos dependientes y con los que ha firmado convenios de colaboración, por lo que al final son cerca de 500. Por su parte, el Cádiz maneja a 200 chavales más 100 pertenecientes a la escuela de fútbol Michael Robinson. El Sporting también pone en práctica los conocidos Campus, donde los chicos pagan por jugar y en ocasiones salta la sorpresa, como Pablo de Lucas.
Con tanta materia prima, los asturianos han logrado confeccionar dos equipos distintos por categoría (juveniles, cadetes, alevines e infantiles) y los jugadores van subiendo escalonadamente por año. (infantil B, infantil A, alevín B, y así sucesivamente). Como dato distintivo, comienza con el fútbol de pista, por lo que los niños empiezan con ocho años.
Los pequeños visten por primera vez la zamarra amarilla con doce años, en el conjunto infantil. El club cadista tiene en su organigrama un infantil, dos cadetes, tres juveniles y dos filiales (Cádiz B y Balón Aficionado).
Los ojeadores del Sporting controlan principalmente toda la zona asturiana, con empleados en ciudades importantes. Un caso claro es el de David Villa, el mejor exponente actual de Mareo, que fue descubierto por un ojeador en Langreo. La crisis del Oviedo favorece a la cantera rojiblanca, pues muchos jóvenes jugadores abandonan la capital para desplazarse a Gijón porque entienden que es la mejor salida. Aún así, y gracias a su excelente estructura, la entidad gijonesa no se resintió demasiado cuando el Oviedo le superaba con buenos años en Primera.
Quique González señala que el Cádiz se centra principalmente en la capital, aunque tiene empleados repartidos por la Bahía, la zona de Rota, Chipiona y Sanlúcar, La Sierra y el Campo de Gibraltar.
No sólo ojeadores. Cada equipo cuenta con un entrenador de porteros y un preparador físico. El Cádiz también lo logró el año pasado, multiplicándose Férez y Melgar, pero este año el cambio de presidente ha impedido que continúe este proyecto, que se retomará en breve.Y hay muchos factores más que diferencian a ambas canteras. La entidad norteña dedica cerca de un millón de euros al fútbol base, lógicamente con subvenciones municipales, mientras que el Ayuntamiento ayuda con 300.000 euros, aunque piensa en ampliar esta cantidad.
Técnicos comprometidos
La cuestión social es importante. En Gijón, afición y prensa son conscientes de que sólo pueden sobrevivir gracias a la cantera y siempre apoyan a los de casa, dándoles muchas oportunidades y confiando en entrenadores que sigan ese estilo (Marcelino o Preciado). En el Cádiz, ni Espárrago, ni Jose ni García Remón han mirado al segundo equipo cuando han necesitado a un hombre para una posición concreta.
Al final, llega el fruto a tanto trabajo. El Sporting saca cada año una media de 5-6 jóvenes valores de su cantera, y hay años en los que se ha utilizado hasta el dorsal 39 al tener a tantos futbolistas. Ahora mismo, 13 jugadores de la primera plantilla han pasado por el filial, y responden en Segunda manteniendo al equipo en posiciones de ascenso. Chico y Lucas fueron los últimos en salir (presencia testimonial), tres años después del último debut, y hoy en día están cedidos en otros equipos.
González pide tiempo. Mareo comenzó a funcionar hace 30 años y El Rosal lleva dos. «Sólo hay que ver cómo los grandes se están interesando por promesas nuestras, y cómo van con las selecciones. En un futuro se recogerán los frutos de este trabajo». Mareo es una realidad. Al Cádiz le queda mucho por hacer.