Pensar es dudar
Pensar es dudar. En estos tiempos de servilismo ciego a los líderes políticos, sociales, religiosos o mediáticos, prima por desgracia el «o estás conmigo o estás contra mi», no siendo el fútbol ajeno a esa premisa. Aquí, en menos de 72 horas, Manuel García denuncia unos graves hechos, Antonio Muñoz responde a los mismos, y seguidamente, se llega a un inexplicable acuerdo; y la prensa, en el mejor de los casos, se limita a transcribir las afirmaciones de uno u otro, no indagando respecto a la veracidad o no de tal posible irregularidad.
Actualizado: GuardarCon el tema de Arturo Baldasano, más de lo mismo. Que el patrimonio del Cádiz oscile entre tres millones de superávit y quince millones de déficit según quien nos cuente la película no parece interesar a nadie, y a las sillas vacías de la Junta de Accionistas del pasado jueves me remito. De ser cierta una sola de las múltiples afirmaciones lanzadas a los «corrillos» cadistas en las últimas semanas por el entorno de don Arturo respecto a la gestión del club en los últimos años, ello hubiera dado lugar en otros tiempos a un monumental escándalo en la ciudad.
Pero los medios de comunicación, salvo honrosas excepciones, callan o miran para otro lado, y en la Plaza de España y en la de San Juan de Dios, los políticos, de uno y otro bando, hacen mutis por el foro y aumentan las subvenciones en clara complicidad. Todo sea por los votos futuros.
Ante ese cuadro, hay días en que uno se plantea seguir o no en esta historia. Elogios inmerecidos como los recibidos hace unas semanas por cadistas de corazón y no de boquilla me dan el oxígeno necesario para seguir intentándolo, pero cada vez cuesta mas querer saber la realidad de nuestro club cuando a casi nadie le interesa. Y uno no vino a estas páginas para opinar si debe o no jugar Gonzalo Vicente.