FELIZ. El jugador celebra un gol el día de su regreso.
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El manco madridista

El paraguayo Julio Fernández vuelve al fútbol profesional tras perder un brazo

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Le doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de vivir». Su generosidad mueve el mundo. La vida de Julio González Ferreira (26 años, Asunción) cambió radicalmente el 22 de diciembre de 2005. Aquel día, el delantero del Vicenza conducía su coche, junto a Gerardo Grighini, hacia el aeropuerto de Venecia, para volar a Paraguay a pasar la Navidad. No recuerda más. «Dicen que choqué con dos camiones. Cuando desperté, había perdido el brazo izquierdo y mi esposa, María Lourdes, estaba a mi lado en el hospital». El domingo, veintitrés meses después, Julio reapareció. Lo hizo en el Tacuary paraguayo. Con la ovación de la afición rival, la del Olimpia.

«Fue un golpe muy duro, pero desde el primer día me dije que debía volver a jugar. En aquel momento estaba a punto de llegar a un acuerdo con el Roma y mi sueño era, es, fichar por el Real Madrid.., o por el Barcelona, porque mi anhelo era, es, jugar en España. Había disputado dos Copas de América con mi selección y el accidente me privó de estar en el Mundial de Alemania. Sin embargo, la pérdida del brazo sólo ha retrasado mi carrera. Me puse a trabajar con el fin de reaparecer y hacer realidad mi sueño».

La pregunta fundamental, sin mano izquierda, es cómo se ha entrenado para poder retornar al fútbol profesional. «Tenía contrato con el Vicenza hasta junio de 2007. Desde agosto de 2006 comencé a realizar dos sesiones diarias de trabajo. Una, privada, que consistía en dos horas de gimnasio, y la otra era el entrenamiento con la plantilla. La clave estaba en el gimnasio, en ejecutar una preparación que consistía en el potenciamiento de las piernas, de tal manera que pudieran soportar tres veces el peso de mi cuerpo, Yo mido 1,91 y pesaba 80 kilos antes del accidente. Ahora peso 82 y mis piernas pueden sujetar 240 kilos, 120 cada una. El objetivo era suplir con esta potencia la carencia de equilibrio y poder contrarrestar las cargas y los empujones de los defensas. Lo he conseguido».