El actor, cineasta y escritor español Fernando Fernán -Gómez, en una imagen de archivo. /EFE
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Una figura versátil y rotunda

Admirado por unos y temido por otros, Fernando Fernán-Gómez ha sido uno de los nombres esenciales del panorama cinematográfico y literario español

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Actor, director, guionista y escritor, Fernando Fernán-Gómez ha sido uno de los nombres esenciales del panorama cinematográfico y literario español, por la pluralidad de su talento, su extensa y variada trayectoria artística y su carácter polémico e independiente.

Nacido en Lima (Perú), el 28 de agosto de 1921, donde su madre, la actriz teatral Carola Fernán Gómez, se encontraba de gira, se trasladó a Madrid a los tres años, donde, posteriormente, cursó estudios universitarios de Filosofía y Letras. Pero dejó la carrera para dedicarse a una de sus grandes pasiones: el teatro. Lo hizo primero de la mano de la compañía de Laura Pinillos y, con posterioridad, con el famoso escritor Enrique Jardiel Poncela, representando varias de sus obras teatrales más conocidas.

Se casó y divorció de la cantante María Dolores Pradera (1947–1959), con la que tuvo una hija, la actriz Helena Fernán-Gómez, y un hijo, Fernando, relacionado con el mundo de la cultura. Casado en segundas nupcias con la actriz Emma Cohen, de su mano entró el cine en la Real Academia Española, en la que ocupaba el sillón B.

Debutó en la pantalla grande a comienzos de los años 40, actuando en películas como Cristina Guzmán (1943), comedia basada en la novela rosa de Carmen de Icaza que fue dirigida por Gonzalo Delgrás. Trabajó a las órdenes de los más destacados directores españoles como Carlos Saura, Victor Erice, Ricardo Franco, Manuel Gutiérrez Aragón, Jaime de Armiñán, Bardem o Luis García Berlanga.

Temido por unos y admirados por otros, Fernán-Gómez deja como legado una extensisima filmografía, puesto que participó a lo largo de sus 86 años de vida en cerca de 200 películas y dirigió otra treintena.

Un actor y director genial aunque con mal carácter pues, aún sigue resonando en los pasillos del Círculo de Bellas Artes, el ¡¡a la mierda!! que dedicó a un lector fiel que, con cierta insistencia, le pedía una dedicatoria de su libro de memorias. Fernán-Gómez cogió entonces el libro de sus manos, lo tiró al suelo y le mandó a la mierda ante la atónita mirada de su admirador.

Los cineastas David Trueba y Luis Alegre, quisieron mostrar el año pasado su vertiente más humana, divertida e ingeniosa a través del documental La silla de Fernando, donde a lo largo de varias conversaciones grabadas en la propia casa del actor, éste desgranaba toda su vida y personalidad carismática.