![](/cadiz/prensa/noticias/200711/20/fotos/038D2JE-DEJ-P1_1.jpg)
Ya es oficial: toca sufrir
La prensa que cubre la información del Xerez Deportivo mantiene el optimismo a pesar de pensar de manera generalizada que le costará salir de la zona baja de la clasificación
Actualizado: GuardarQue todavía es muy pronto para saber si la llegada de Juan Martínez, Casuco, beneficiará al equipo, es algo en lo que prácticamente toda la prensa coincide. Todos están prácticamente de acuerdo, al igual que parece una idea generalizada el sufrimiento que padecerá este Xerez para mantener la categoría.
La prensa que cubre a diario la información del conjunto azulino mantiene el optimismo, la esperanza, de que finalmente logrará mantener la categoría. El entorno piensa que por plantilla, por nombres, e incluso por entrenador el conjunto jerezano debe permanecer una temporada más en Segunda División. Pero a diferencia de otros años, los sueños de ascenso ni tan siquiera se han asomado. Tras varias campañas de moderada ilusión, ha llegado el temor al descenso, y desde los primeros compases de la competición.
Obviamente dos semanas no son suficientes para saber si la llegada de Casuco beneficiará al equipo, pero lo cierto es que el primer capítulo ha dejado un sabor claramente agridulce: muy bien jugando como local, y muy mal haciéndolo como visitante. Ahora queda comprobar si el paso de las jornadas le permiten mantener el buen nivel ofrecido en Chapín y mejorar las muchas carencias destapadas lejos de Jerez. Casuco había llegado con la lógica por delante, y si se mantiene en su línea de cordura no volverá a cometer el error de Tenerife, pues eso de cambiar el sistema cuando adquiere el papel de visitante no parece adecuada para un equipo que, como el mismo Casuco ha comentado, tiene potencial para salir siempre a por los tres puntos sin especular.
Por tanto, y si se hacen las cosas medianamente bien, el Xerez no debería pasar apuros en la recta final del campeonato. Debería salir a flote antes de llegar al ecuador de la competición, para, al menos, consolidar una temporada más su asentamiento en la categoría de plata del fútbol nacional.
Otro asunto, que puede acabar mucho peor, es la situación institucional y económica por la que atraviesa la entidad que preside Joaquín Morales. Puede que cuando el árbitro pita el comienzo del encuentro y la pelota rueda de un lado para otro, los once jugadores que están de corto sobre el rectángulo de juego no tengan presente que su presidente, el que dirige la empresa en la que trabajan, está como loco por abandonar el barco y desprenderse de lo que se ha convertido en una importante papeleta. Puede que durante esos noventa minutos se olviden de la gestión que viene realizando Joaquín Morales, pero obviamente durante el resto de la semana llegan al vestuario azulino todos los problemas que se sufren en una sociedad anónima que está cogida con alfileres. No sirve la excusa de que prácticamente todos los equipos de Segunda están igual, porque lo que parece claro es que en cuanto Joaquín pueda, soltará la patata caliente.
sgalvan@lavozdigital.es