«La globalización puede traer nuevas enfermedades hasta ahora desconocidas»
El catedrático insiste en que «no hay que bajar la guardia» en las inspecciones El experto en patología animal participó ayer en el ciclo 'Diálogos con la ciencia'
Actualizado: Guardar«Más vale prevenir que curar». El veterinario Juan José Badiola (León, 1948) echa mano del refranero español cuando, aún hoy, se le pregunta por la mayor crisis alimentaria sufrida en Europa en las últimas décadas: la de las «vacas locas». Aunque se le acusó de alarmista «por decir las cosas como son», este experto científico, ahora director del Laboratorio Nacional de Referencia de Encefalopatías Espongiformes (EET) de Zaragoza, no escatimó esfuerzos durante meses en despejar dudas y temores sobre el mal. Entonces, consiguió algo que antes no había ocurrido: familiarizar a muchos ciudadanos con una patología desconocida y sensibilizar a consumidores, productores y autoridades públicas sobre la necesidad de introducir controles de seguridad en los sistemas de producción de carne de vacuno. Ayer, el experto en sanidad animal participó en Cádiz en el ciclo Diálogos con la Ciencia y habló sobre los nuevos riesgos biológicos.
-¿Cuáles son esas nuevas amenazas biológicas?
Hay infinidad de bacterias y virus que pueden ser riesgos del futuro. Algunos van a aumentar su prevalencia, otros traerán nuevas enfermedades. Vivimos en una sociedad globalizada con intercambio de productos, comercio, movimientos de personas (turismo e inmigración), cambios de condiciones climáticas, no sólo el que se anuncia, sino también los periódicos que hace que las poblaciones de los insectos transmisores de enfermedades, sobre todo mosquitos o moscas, se desplacen a otros lugares. Con la globalización vamos a tener que afrontar enfermedades hasta ahora desconocidas.
-¿Qué se hace ante tal amenaza?
-Como siempre, prevenir. Tener buenos sistemas de vigilancia epidemiológica de patógenos y de sus transmisores, tener un buen sistema de diagnósticos, buenos laboratorios bien preparados y homologados, excelentes sistemas sanitarios que puedan afrontar este tipo de enfermedades infecciosas, y darle una buena formación a los veterinarios y a los médicos para que sean capaces de sospechar síntomas especiales. Además, claro, de extremar los sistemas de control.
-¿Y no le dicen las autoridades que no hay presupuesto para todo eso?
-Claro. Pero el mismo modelo que utilizamos para luchar contra la espongiforme bovina nos puede valer contra otras enfermedades. Hay que anticiparse a lo que pueda ocurrir. Si hay hecha una previsión y sabes lo que puede pasar tienes muchas más posibilidades de afrontarlo. Al final, si la enfermedad se contagia puede causar muchas más pérdidas que el dinero que costó prevenirla.
Riesgos en la provincia
-Cádiz es lugar de paso de aves migratorias, zona de recepción de inmigración, e incluso, tiene un gran puerto comercial en Algeciras, ¿estos factores ponen en mayor riesgo a la provincia?
-Cádiz no es muy diferente a las demás ciudades por la situación de globalización de la que hablamos pero creo que sí es muy importante que se incremente la vigilancia fronteriza. Tiene que haber personal suficiente y preparado en los puestos de inspección ya que la mayoría de estos contagios llegan a Europa por avión y por barco. Concretamente, en Cádiz hay que tener especial cuidado en los humedales porque pueden llegar aves contaminadas. Este es un lugar de paso de miles de aves que vienen de África. Repito: hay que extremar las medidas de vigilancia, de diagnóstico y de control tanto de personas, productos o vectores.
-En Cádiz también existe un elevado índice de importación de pescado que procede de puertos de todo el mundo, ¿eso cómo podría afectar a los consumidores gaditanos?
-Gravemente, si no existen buenos sistemas de inspección. ¿Quién nos iba a decir que el problema del pescado iba a ser el anisakis? Hay que extremar la vigilancia de todos los alimentos.
Lengua azul
-También en la provincia se vio afectada gravemente por los brotes de lengua azul. ¿En qué situación se encuentra ahora el contagio?
-Va de mal en peor. Aparecieron brotes en 2000 en Baleares pero en Jimena de la Frontera se dieron en 2006. Y cuando ya creíamos que había desaparecido volvió a surgir otro tipo más patógeno que los anteriores que está produciendo un problema muy serio.
-¿Y qué pueden hacer los ganaderos entonces?
-Es muy complicado pararlo porque se transmite por mosquitos. La única forma que ya se emplea es la vacuna del ganado y, siempre, mantener los controles.
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