«La tele no tiene límites, cada vez necesita provocar más»
Asesora a novios y matrimonios en crisis en el programa de La Sexta 'Terapia de pareja'
Actualizado: GuardarCualquier pareja puede pasar por un momento de crisis. Ahora, hay profesionales que ayudan a recuperar la relación perdida también en televisión porque este mes La Sexta ha estrenado Terapia de pareja, espacio en el que los psicólogos Arantxa Coca y Mariano Betes analizan y evalúan uniones en crisis. Observan las imágenes de las parejas capatadas en sus domicilios y debaten con ellos en consulta el material grabado. Objetivo: salvar la relación o poner fin a la convivencia.
-¿Cómo llega una psicopedagoga familiar a la televisión?
-Contestando a un anuncio. Fue un casting que se hizo en Madrid y Barcelona al que nos presentamos unos 150 expertos.
-¿Qué tipo de profesionales buscaban?
-A una pareja con distintos puntos de vista, opiniones y maneras de entender al ser humano. Además, tenemos una imagen diferente, él es el veterano y yo la joven. Nos complementamos.
-¿Qué le llamó la atención del proyecto?
-Me di cuenta de que no era un reality ni un montaje de pareja. Todo es verdad, hay seriedad, respeto y una interpretación terapéutica.
Objetivo social
-¿Le intimidan las cámaras?
-Hay mucho trabajo, estamos concentrados y muy pendientes de hablar alto, claro y con un lenguaje sencillo, coloquial.
-¿Tiene más pacientes desde que sale en la tele?
-Sigo con los mismos.
-Supernanny, SOS Adolescentes, Soy lo que como, Qué desperdicio -todos emitidos en Cuatro- y ahora Terapia de pareja. La oferta de productos televisivos de ayuda va en aumento.
-Me parecen muy interesantes. Más allá del fin terapéutico para la pareja, el objetivo social del nuestro es mostrar al gran público cómo es la pareja del siglo XXI.
-¿Que es...?
-Muy diversa y flexible. El prototipo tan arraigado del hombre que trabaja y mantiene a su mujer se cae, lo mismo que el modelo rígido de yo soy así o es lo que he visto en mi familia. Es muy importante la capacidad de adaptación ante los nuevos retos familiares, sociales y laborales para crecer y progresar.
-¿Todos nos podemos identificar con lo que plantea el espacio?
-Sí. El espectador puede ver cómo enfocar los celos, el que uno de los miembros tenga un pronto, el que otro esté enganchado al juego del rol... Intentamos proponer actividades originales. El propósito es que la pareja cambie su ritmo cotidiano y aproveche los elementos que sí le funcionan en la relación.
-¿Hay límites en Terapia...?
-Las parejas tienen que estar en crisis, no se trata de que discutan de vez en cuando, y el problema tiene que ser abordable desde la pareja. La primera pregunta qué hacemos es si todavía se aman, porque no hay fórmulas para amar al que se tiene al lado. No se salva algo que está muerto porque, más que a un psicólogo, hay que llamar a un abogado. Hablamos de amor, no de cariño o de que su compañero sea su mejor amigo y un maravilloso padre para sus hijos.
'Escenas...' es «dañino»
-¿Si la raíz de la crisis es el maltrato o un problema sexual?
-Tampoco lo tratamos.
-¿El mayor enemigo de la pareja?
-La rutina es un elemento muy importante, y también el sentir que las necesidades personales no se cubren en la unión, que la pareja asfixia al individuo.
-Lo último, por ahora, es que las parejas expongan sus problemas ante las cámaras.
-La televisión no tiene límites, es un negocio y cada vez necesita provocar más. Todos sabemos el tirón que tiene el morbo. Si hay límites, éstos vendrán por la audiencia. Creo que la clave está en poder enseñar a ver este medio y que cada uno elija lo que quiera. Seguro que en el futuro habrá otros espacios más agresivos y con altas dosis de voyeurismo.
-¿Que le parece el polémico Escenas de matrimonio?
-Si no se ve con sentido crítico, es antieducativo y dañino. Que los jóvenes crean que eso es la normalidad y, además, les haga gracia, no ayuda a desarraigar prototipos que ya no existen. ¿Ya no hay señoras con rulos en casa!
-¿Qué piensa de la separación de los duques de Lugo?
-Cuando una pareja, después de reflexionar, lo deja, pues me parece una decisión inteligente porque significa que ha resuelto que hacer con esa relación.