Janda

Amenaza a su hermana con pegarle un tiro por una rencilla familiar

Una joven de 21 años denunció ante la Guardia Civil a su hermano por agresión y amenazas con una pistola producidas cerca del lugar donde reside con sus padres, en un diseminado a nueve kilómetros de Medina Sidonia en dirección a Chiclana, según informó a la agencia Europa Press la asociación Prodeni.

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Los hechos ocurrieron, según este colectivo, en la mañana del pasado día 10 de noviembre, cuando la joven bajaba en moto con su novio hacia la carretera. Allí, se encontró con su hermano, de 24 años, al que no veía desde hacía varios años.

Según indicó Prodeni, el supuesto agresor iba acompañado de un amigo y ambos portaban piedras, que arrojaron a la joven cuando ésta se bajó de la moto. Además, le propinaron patadas y le produjeron diversas lesiones. Al parecer, fue el novio de la chica el que intermedió en la agresión. Posteriormente, el hermano de la víctima alcanzó el coche del compañero sentimental de la chica y amenazó a la pareja con una pistola.

Instigador

Prodeni recordó que el presunto agresor es, según su hermana, «el instigador y causante de que la Junta de Andalucía mantenga desde hace casi seis años tutelados en centros de menores a cuatro de sus hermanos que les fueron retirados a sus padres en febrero de 2002».

En este sentido, explicó que la chica denunció que fue el hermano (supuestamente agresor) quien la convenció a ella y a otro hermano más, cuando la familia estaba en Alemania, en denunciar a sus padres por maltratadores «debido al odio que les tenía», lo cual derivó posteriormente en que cuatro de los hermanos estén en centros tutelados.

Al parecer, según lo que relató en su momento la joven, el hermano aprovechó que los hijos mayores no querían dejar Alemania cuando los padres decidieron instalarse en su vivienda actual situada en Medina Sidonia, «para convencerles de que denunciaran a sus padres y así quedarse».

Prodeni también indicó que los padres de los jóvenes tienen con ellos a dos niñas de 5 y 7 años, a quienes el supuesto agresor, «siguiendo la vieja senda de destruir a sus progenitores, los acusa de maltratadores». El colectivo asegura que las hijas «están perfectamente atendidas, felices y escolarizadas».