«Se suele esperar a estar enfermo para hacerlo y no debería ser así»
Tras ver morir a su hermano a causa de una enfermedad degenerativa, Mercedes Alba decide firmar su testamento vital
Actualizado:Mercedes Alba es enfermera y una ferviente defensora del testamento vital. Su vinculación con esta opción médica que permite al paciente decidir de forma libre y consciente sobre su cuerpo y los tratamientos que se le aplicarán en el caso de enfermedad o accidente va más allá de su propio conocimiento profesional. «Mi hermano padecía una enfermedad degenerativa conocida como ELA -esclerosis lateral múltiple- y falleció poco antes de firmar su testamento vital», comenta Mercedes.
Una experiencia personal que la marcó profundamente pero en la que esta enfermera tuvo un papel activo. «Fui yo la que le habló a mi hermano de esta opción que no mucha gente conoce y le leyó las partes de las que se compone», recuerda Mercedes aunque matiza que «por supuesto en él estaba la última palabra puesto que sobre este tipo de documento no tiene potestad la familia, sólo el paciente de forma libre y consciente».
Aún así, esta enfermera gaditana reconoce que desde el círculo familiar y de amigos próximos a su hermano también secundaban esta opción. «Conocíamos el triste final de esta enfermedad muscular en la que la persona llega a no poder ni siquiera mover la boca para hablar o cerrar o abrir los ojos por sí mismo y nos parecía muy cruel mantenerlo con vida en un máquina sólo por tenerlo unos meses más a nuestro lado», confiesa Mercedes Alba ,quien añade que «hoy en día se confunde el cariño con el egoísmo, hacemos lo que sea con tal de tener a nuestros seres queridos con nosotros aunque sea en unas condiciones deplorables».
Pese a ello, la enfermedad del hermano de Mercedes avanzó con una rapidez insospechada y una parada cardiorespiratoria le impidió rubricar su testamento vital. «Aún así, cuando llegó el momento final desde la familia pedimos en el hospital que no lo entubaran, tal y como habría sido su deseo si hubiese llegado a firmar, por lo que sólo se le puso oxígeno, sedantes y se estuvo con él ayudándolo a bienmorir», rememora la enfermera.
Una opción personal
La experiencia de su hermano, sus propias convicciones y el día a día en el hospital donde trabaja han reafirmado aún más si cabe el interés de Mercedes Alba por el testamento vital. «Se trata de un documento que pienso firmar para mí misma en cuanto me sea posible», afirma Mercedes, que reconoce «que si no lo he hecho todavía ha sido un poco por dejadez y porque se suele esperar a estar enfermo o ser mayor para hacerlo, aunque no debería ser así».
Mercedes Alba reconoce que no le da miedo hablar de la muerte ni pensar en la suya propia. De hecho, tiene muy claro, según comenta, que desea fallecer «plácidamente en mi casa y rodeada de los míos». Asimismo, reniega de que se le aplique ninguna intervención médica que intente alargarle la vida «hasta las últimas consecuencias».«Todo esto lo he decidido desde el conocimiento de mi trabajo en detrimento de la sensación que me produce la medicina que se practica hoy en día», concluye la enfermera.