FÁCIL. Los farmacéuticos son los encargados de explicar el funcionamiento del dispositivo.
Ciudadanos

Una semana para salir de dudas

En sólo siete días, los padres pueden descubrir una infidelidad o tener una marca genética de sus hijos adoptivos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La utilidad de los test de paternidad y parentesco es múltiple, ya que permite no sólo la verificación de la relación de afinidad familiar consanguínea entre dos personas (paternidad, maternidad, hermandad, etc...) sino la identificación de los menores adoptados y la relación con el ADN de los padres adoptantes, creando así una especia de carné genético que ante determinadas situaciones pueden certificar la relación de parentesco no consanguíneo entre adoptados y adoptantes. Este certificado, que viene avalado por los organismos europeos que ratifican la calidad en investigación genética, ofrece al cliente no sólo seguridad jurídica, sino también tranquilidad personal. De una forma rápida y fiable prácticamente al 100% obtendrá una respuesta a sus preguntas.

Paso a paso

El sistema es muy sencillo. En cada caja vienen tres espátulas para extraer las muestras de saliva y tres sobres con un círculo de color distinto. El azul es para guardar la espátula con la muestra del padre; el rojo para la de la madre (en el caso de que consienta en participar, no es necesario que lo haga), y el verde para la del menor. La espátula o cogedor se introduce en la boca y se fricciona un poco en la lengua para extraer células epiteliales. Esa paleta con la muestra tiene una zona donde se escribe el nombre de la persona. Luego se introduce en el sobre correspondiente (padre, madre e hijo, o padre e hijo si no accede la madre). Una vez las tomas en poder del laboratorio, se hace un análisis genético y en siete días están los resultados.

La puesta en marcha de este sistema en Granada, hace unas semanas, fue todo un éxito. Las personas que más se interesaron por el test de paternidad fueron hombres jóvenes, de 27 a 30 años, así como parejas con hijos adoptados que quieren tener un marcador genético del menor por si algún día desaparece o le sucede alguna desgracia y hay que identificarlo.

Pero por el momento, en Cádiz no han sido mucha las personas que se han interesado por este sencillo sistema. Por su parte, las farmacias, a pesar de que ya han recibido la visita de algunos comerciales ofreciendo el producto, esperarán a que sea la propia demanda la que determine si es necesario abastecerse de este sistema. «Aún nadie nos ha pedido el producto y tampoco nadie nos ha preguntado nada sobre él, por lo que no vamos a traerlo de momento», comenta el farmacéutico, Bernardo Costales.

Como siempre, será el caprichoso mercado el que decida si en Cádiz este revolucionario producto tiene cabida.