Dispuesto a entrar en la refriega
Actualizado:l hoy alcalde de Chiclana llegó al cargo (y también a la política) prometiendo nuevas maneras, un mejor talante y un mayor consenso a través del diálogo. A las primeras de cambio, y tras una campaña electoral excesivamente dura contra su persona y ámbito familiar, Marín ha sacado el guerrero que lleva dentro; «tonto no soy, y si me siguen atacando un día de estos saltaré», dijo hace unos meses. Dicho y hecho; esta misma semana declaraba a este medio su intención y la de su familia de «ir a por José María Román para que deje de manchar como ha venido haciendo hasta ahora mi apellido». Suena a vendeta y trapos sucios. Y es que el primer edil trata de impedir que su principal enemigo político «recupere la alcaldía, como él quiere, a cualquier precio.»