Dónde se encuentra la clave del éxito?
CÁDIZ Actualizado: GuardarMi sobrino y sus amigos, todos de 17 años, jugaban a la play en su habitación cuando vi la oportunidad de lanzarles una pregunta: ¿Alguno de vosotros sabe que pasara en Cádiz en el 2012?. Rápido, el más avispado, dijo: «Tendremos 21 años». ¿Y que hecho histórico se va a celebrar?, insistí. Me miraron con cara rara hasta que uno de ellos acertó a romper el hielo: «Algo de la Teo y la Constitución», murmuró entre dientes. ¿Sabéis donde se firmó la Constitución de 1812?, pregunté de nuevo, todavía confiada en encontrar un atisbo de interés en los chicos: «En la plaza de España», contestó uno tímidamente. No –les recriminé– en el Oratorio de San Felipe. ¿Y eso, dónde está?. Desistí en mi intento y me di la vuelta, no sin antes explicarles a grandes rasgos lo que ya debían saber. Lo cierto es que si queremos dar buena impresión al mundo en el 2012 debemos empezar por nuestros jóvenes, formándolos con un mínimo de cultura para ese acontecimiento. De nada sirve que ahora las administraciones comiencen a pelearse entre ellas por acaparar protagonismos y que cada uno corra por su lado sin darse cuenta de que la casa hay que empezarla por el suelo. Veo demasiada ambición política en la organización del Bicentenario y pocas manos en la masa. Supongo que los políticos ven en el 2012 (un año antes de las próximas elecciones municipales) un fantástico escenario para salir en la foto y olvidan que se trata de algo más que debe perdurar en el tiempo y que nuestros jóvenes de ahora tienen un papel fundamental para ello.
Nerviosos en la Diputación
Veo que la gente se está poniendo muy nerviosa con el tema de las colocaciones en la Diputación y con las siglas que saqué la semana pasada. Y yo pienso... si uno no tiene nada que ocultar y su conciencia está tranquila, no pasa nada. Voy más alla, incluso a los que han enchufado a amigos y familiares tampoco les ocurrirá nada, porque, al fin y al cabo, no interesa. Esto es como lo de la gerencia de Urbanismo de Madrid ( en menor escala y con más disfraz legal, claro), hasta que uno no tire de la manta la situación puede continuar de por vida siendo vox populi, sin que nadie haga nada, ni siquiera los políticos que, después de tantos años, ya deberían haber metido mano en este asunto, en vez de echar la culpa a los sindicatos.
Este capítulo lo voy a dedicar al Parque Móvil y a varias de sus contrataciones, que han supuesto la no renovación de tres trabajadores que fueron contratados con anterioridad y que procedían del paro. Cuentan que, curiosamente, la mayoría de los que sacaron mejor puntuación en la prueba teórica y práctica están, de un modo u otro, relacionados con personas que ya trabajan en la Diputación. Empecemos con las siglas y que nadie se asuste. A veces coinciden con la de uno mismo y no son. Si uno no ha hecho nada, insisto, hay que estar tranquilo. E.C. es yerno de C. y A.O. cuñado de J.A.C. Esto no quiere decir que uno no pueda tener una familia muy lista. Yo sólo hablo de casualidades que llaman la atención. Por ejemplo, J.C. es hermano de otro trabajador y amigo de F.F, al igual que J.A.C. Además, E.O. es compañero de A.A. Creo que todos votarán a la UGT el próximo miércoles. Debe ser casualidad. En fin. Por cierto, dicen, comentan, que lo de las plazas de conductores en la Diputación está muy cotizado por el tema de las horas extras.
Los viernes de Zarrías
Se ha puesto de moda e incluso entre nosotros, los periodistas, hacemos apuestas durante la semana. ¿A que el consejero Zarrias viene el viernes a Cádiz?. Efectivamente, ya hasta reparte viviendas rehabilitadas. Yo supongo que será porque la consejera de Obras Publicas, Concepción Gutierrez, ha dejado su cargo, porque no le veo mucho sentido que el consejero de la Presidencia se dé una vueltecita por los barrios regalando juegos de llaves. Sin embargo, hay que decir que es el presidente del Consorcio del Bicentenario y que a partir de ahora sus visitas a la ciudad se harán mas habituales. Las elecciones están a la vuelta de la esquina y, ¡quién sabe!, ya lo he dicho más de una vez que, a lo mejor, viene por Cádiz. No sería mala idea.