Gracias

Dicen que los ángeles están en el cielo, pero mi mujer y yo los hemos encontrado aquí en la Tierra, concretamente en el Hospital Puerta del Mar. Allí, mi mujer ingresó para hacerse una operación y fue atendida en la unidad de arritmia por los granes profesionales: doctores Fernández Rivero, Lucas Cano y demás colaboradores; todos ellos con una gran profesionalidad y sobre todo, una gran humanidad. También, mis más efusivas gracias a todos los que trabajan en el módulo B de la planta quinta por su interés hacia mi mujer, sin cuya colaboración no hubiera sido posible su recuperación. Tengo que resaltar al doctor Fernández Rivero, al que tengo que dar por segunda vez las gracias, pues hace tres años, con el que esto escribe hizo todo lo que estaba en su mano para que fuese enviado a Córdoba para un pre-transplante.