Cádiz y el turismo
La industria turística en la provincia goza de buena salud. Cádiz se consolida como segundo destino elegido por los turistas que visitan Andalucía, por detrás de Málaga, y es el que más crece de la comunidad en un periodo de fuerte competencia por la guerra de precios de países tanto o más competitivos que España. Esta buena noticia debe servir de acicate no sólo para mantener la apuesta por este sector, sino fortalecerla. Cádiz tiene la enorme ventaja de un alto porcentaje de turismo nacional (65 por ciento), hecho que le permite una base sólida ajena a vaivenes internacionales y con la posibilidad de trabajar en la ruptura de la estacionalidad que tantos quebraderos de cabeza da a los empresarios e instituciones. El mercado alemán y británico son, por este orden, los más importantes y sobre los que la provincia debe trabajar para consolidarlos, al margen de los nuevos mercados sobre los que ya se están obteniendo importantes resultados.
Actualizado: GuardarEsta situación privilegiada debe ser el punto de partida de una
profunda reflexión sobre el futuro del turismo en el entorno gaditano. Hay un consenso generalizado sobre la apuesta por la calidad como herramienta de futuro para no caer en la tentación de la bajada de precios y para construir un modelo turístico de nivel medio-alto capaz de competir con ventaja frente a la saturación de la Costa del Sol y de la costa levantina. Sin embargo, es preciso un ejercicio de autocrítica por las carencias que en este sentido quedan al descubierto cada año y, con especial crudeza, cada verano. La calidad debe empezar por el servicio en cada uno de los sectores de esta industria, con especial incidencia en la hostelería. Trabajar en la formación de los trabajadores y en la interiorización del valor de la calidad debe ser uno de los objetivos prioritarios cara a los próximos años.
De la misma forma, este modelo vacacional precisa de inversiones para elaborar una oferta alternativa de cultura y ocio para el visitante frente al tradicional sol y playa. Faltan infraestructuras de entretenimiento e iniciativas que permitan apuntalar el prestigio del que goza la provincia. Los deportes náuticos y de aventura, el golf, el circuito de velocidad de Jerez, así como tradiciones tan arraigadas como el mundo del caballo, el vino o el flamenco ofrecen una oportunidad de la que muy pocas provincia pueden presumir. Pero es preciso invertir en la oferta, modernizar la existente, organizar sinergias y coordinar ofertas para sacar partido de tanto potencial.
El peligro de caer en la autocomplacencia y en la rentabilidad a corto plazo es un riesgo que acecha al mercado. Por ello, es imprescindible insistir desde todos los sectores y, especialmente, desde los poderes públicos, en la importancia de innovar y emprender. Sería por ello positivo la elaboración de un plan estratégico en el que participaran todos los sectores y en el que se sentaran las bases de una industria que está llamada a recoger el testigo para liderar el crecimiento de la provincia en las próximas décadas.