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CARACAS. Chávez, en un desfile militar por la calle.
MUNDO

El volcán de Sabaneta

Hijo de dos maestros rurales y obsesionado con la desordenada vida de un bisabuelo, Hugo Chávez pudo acceder a la carrera militar gracias a sus dotes para el béisbol

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«Sencillamente, soy un revolucionario». Con esa definición de sí mismo, Hugo Chávez concita amores y odios con similar intensidad. Lo mismo canta durante un solemne acto oficial que increpa a un presidente. Directo, respondón y provocador es, guste o no, el presidente de Venezuela que más elecciones ha ganado y sus enfrentamientos con líderes mundiales han logrado que su nombre y el de su país se conozcan, para bien o para mal, en el mundo entero.

El último cruce verbal ha sido nada menos que con el Rey. El líder chavista no se corta ni un pelo para «exigir» del Monarca una disculpa por haberle espetado el ya famoso «¿por qué no te callas?». Tampoco le preocupó calificar desde la tribuna de oradores de Naciones Unidas a George W. Bush como «diablo» y decir que en el recinto todavía olía a azufre.

Hugo Rafael Chávez Frías nació el 28 de julio de 1954 en Sabaneta, un pueblecito perteneciente al municipio de Barinas, en el llano venezolano. Segundo de los seis hijos de una humilde pareja de maestros rurales, se crió en una casita con suelo de tierra junto con su hermano mayor Adán, inicialmente el militante de izquierdas de la familia devenido en el ideólogo del chavismo y segundo hombre más poderoso del país. Según cuentan, su abuela paterna, Rosa Inés, los «adoraba y consentía».

Amor por la Historia

Su querida abuela descendía de los indios del llano y le enseñó a trabajar. Sus relatos sobre la Guerra Federal y los revolucionarios despertaron en Chávez un amor por la Historia con mayúscula que perdura en el tiempo. Quienes le conocen sostienen que tiene un carácter fuerte y que nunca ha llorado, salvo en 1982 por la muerte de 'Mama Rosa', como llamaban a su abuela.

El mestizaje es otro de los pilares que han forjado el volcánico carácter del líder bolivariano. «Mi madre blanca, como 'Maisanta'; mi padre, negro, orgullosamente negro y con las raíces indias de mi abuela Rosa Inés», ha repetido hasta la saciedad. En su tez blanca con tintes aceitunados y el pelo negro y crespo se reconocen millones de venezolanos que como él vendieron dulces para poder comer o para comprar un par de alpargatas. Pese a las carencias, su infancia fue feliz, según reconoció en una larga entrevista.

De Sabaneta, el presidente caribeño se fue a estudiar a Barinas y de allí a la Academia Militar de Caracas. Gracias al béisbol, su deporte favorito, pudo acabar la carrera militar en 1975. Regresó a Barinas como subteniente. Allí ya empezó a meterse en líos. Primero pintó el rostro de Simón Bolívar en el cuartel. Además, contravino una orden expresa de un capitán para poder jugar un partido con un equipo local organizado. La pintura y la escritura, en concreto la poesía, son otras de sus aficiones.

Milagros Flores, esposa de su leal amigo Luis Reyes, asegura que es «un pésimo bailarín», pero «es un gran soñador y tiene una capacidad extraordinaria para ver mucho más lejos que todos nosotros». Lo define como un «romántico».

En 1977, el joven Chávez fue ascendido a teniente y destinado a Maracay. Entonces comenzó su investigación sobre Pedro Pérez Delgado, alias 'Maisanta', a la sazón su bisabuelo materno. Según el rastreo de Chávez y de otros investigadores, 'Maisanta' llevó una vida errante. Al parecer, mató a un militar que embarazó a su hermana y a partir de ahí comenzó una vida desordenada.

En el plano sentimental, Chávez se casó con Nancy Colmenares, su primera esposa y madre de tres de sus cuatro hijos. El cuarto es fruto de su matrimonio con Marisabel Rodríguez, quien le acompaño como primera dama desde su toma de posesión en 1999 hasta el año 2002, cuando se divorciaron.

Dos años en la cárcel

El camino de Chávez hasta el Palacio de Miraflores comenzó poco después de 1982, cuando fue ascendido a capitán. Pasó dos años en la cárcel por el intento de golpe de Estado contra el ex presidente Carlos Andrés Pérez. Cuando recuperó la libertad, Chávez armó el Movimiento V República (MVR) y con él llegó a conquistar el Palacio de Miraflores, la sede del Gobierno. A su lado, también prosperó su familia, aunque casi todos sus familiares se han visto salpicados por sospechas de malversación de fondos.

En los últimos años, Chávez se ha concentrado en el lanzamiento del Partido Unido Socialista, con el que pretende perpetuar el «socialismo del siglo XXI». Sus bases trabajan para que prospere el proyecto de nuevo referéndum constitucional que se votará el 2 de diciembre, y que le permitirá permanecer indefinidamente en Miraflores mientras siga ganando elecciones al grito -copiado y ampliado de la consigna de Fidel Castro- de «Patria, socialismo o muerte».

Chávez se ha convertido en el líder de la izquierda latinoamericana tomando el testigo de su principal y durante años único abanderado en el continente, Fidel Castro, a quien llama «padre».