Los usuarios de los transportes se movilizan contra la huelga hoy en París
Los inmovilizados se movilizan. Usuarios de los transportes públicos convocan hoy manifestaciones en París contra la dictadura del proletariado huelguista. Es la rebelión de los sufridores. La respuesta a los sindicalistas ferroviarios de los condenados al tren de san Fernando. Desde mediados de la semana se pegan madrugones heladores para llegar a tiempo al trabajo por tierra, bici y moto. Al acabar la jornada se concentran en atascos monstruosos o apretujados en los raros convoyes resucitados de la vía muerta. Como han aprendido a golpe de suela que el movimiento se demuestra andando, han quedado esta tarde en la plaza de la República. En el fondo, les va la marcha.
Actualizado: GuardarSe llaman Contribuyentes Asociados, Alternativa Liberal, Libertad Querida y Los Estudiantes Amordazados. Han formado el comité 'Stop Huelga'. Son los compañeros de viaje de la derecha. Herederos de los colectivos que en junio de 2003 habían movilizado a 40.000 personas en apoyo a la reforma de las pensiones promovida por el conservador Raffarin. Esta vez esperan lograr el mismo resultado: «La derrota de los huelguistas». Para ello llaman a manifestarse contra los «privilegiados que pretenden hacer la revolución».
En cabeza del frente antihuelguista está la asociación Libertad Querida, que reivindica 25.000 simpatizantes. «Debemos mostrar a los sindicatos que una mayoría silenciosa no desea resignarse a sufrir sin reaccionar», exponen en una página de Internet, que multiplica su audiencia por diez durante el paro. Declarados partidarios del liberalismo económico, denuncian el «chantaje inaceptable» de beneficiarios de los regímenes especiales de pensiones. Sin perder el buen humor. RATP, siglas de la compañía de transportes de París, significa en su traducción libre: regresa a todo pinrel.
La conservadora UMP, principal partido gobernante, no se ha sumado a la convocatoria. De momento, sus responsables evitan echar más leña al fuego. Pero no descartan la eventual organización de contramanifestaciones. «Deberíamos evitar eso, pero la exasperación de los usuarios sube con mucha fuerza», declara su secretario general, Patrick Devedjian. «Si hay que hacerlo porque esto durara indefinidamente, es una perspectiva a la que no tenemos que renunciar», zanja con el recuerdo aún vivo de la gran demostración popular de apoyo a De Gaulle que clausuró el Mayo del 68.