Miles de ciudadanos belgas en las calles durante la 'Marcha por la Unidad'. /EFE
CONCENTRACIÓN EN BRUSELAS

Miles de personas marchan en defensa de la unidad de Bélgica

La manifestación llega tras más de cinco meses sin acuerdo para formar un gobierno de coalición

BRUSELAS Actualizado: Guardar
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Unas 35.000 personas han desfilado hoy por el centro de Bruselas para defender la unidad de Bélgica, en respuesta al bloqueo político que impide formar un nuevo gobierno y ante el aumento de la tensión entre flamencos y francófonos.

En un ambiente festivo y entre la música de charangas y el canto del himno nacional, familias, parejas, grupos de amigos y hasta tropas de "scouts" han acudido con miles de banderas belgas, pancartas en las tres lenguas del país (hay una pequeña comunidad de habla alemana) y algunas enseñas provinciales.

"La unión hace la fuerza", la divisa bajo la que Bélgica nació en 1830, ha sido el eslogan más repetido en carteles, pancartas y banderas junto con la mención a la solidaridad nacional.

La manifestación ha atravesado el barrio europeo de Bruselas para concluir con una fiesta en el gran parque del Cincuentenario, creado precisamente para festejar el primer medio siglo de la independencia del país, que se cumplió en 1880. Varios dirigentes políticos francófonos han participado en la marcha, convocada por el movimiento organizado por una funcionaria francófona, Marie-Claire Houard, en torno a una petición popular en defensa de la unidad del país.

Actuaciones musicales, comida y la intervención de varios oradores han puesto final a la concentración, en la que el único incidente ha sido la detención de una quincena de miembros de organizaciones ultranacionalistas flamencas que habían organizado una pequeña manifestación alternativa.

Houard ha anunciado, junto a otros organizadores flamencos, que la petición ha recibido ya 140.000 firmas, que ha entregado al presidente del Senado, Armand De Decker.

El telón de fondo del acto está tejido por los más de cinco meses (período récord) alcanzados sin un acuerdo para formar un gobierno de coalición tras las elecciones legislativas del 10 de junio pasado. Los partidos de la región de Flandes quieren reformar el Estado federal y dar más competencias a las regiones, a lo que se oponen los de la región de Valonia, una zona más deprimida económicamente que teme quedar en desventaja y perder la solidaridad de sus vecinos del norte.

Estas disputas han dado un nuevo impulso a las voces, por ahora minoritarias, que en Flandes se pronuncian a favor del separatismo. La cuestión se ha complicado con el espinoso asunto del distrito electoral Bruxelles-Halle-Vilvoorde, que agrupa a habitantes de las dos comunidades y que los flamencos quieren separar, dejando a decenas de miles de francófonos de la periferia de la capital sin poder votar a candidatos de su comunidad.